El Valor Que No Tuvimos

I

— Soy gay — Dijo repentinamente Albus mientras cenaban con toda la familia en la madriguera.

Todos en la mesa lo quedaron mirando sorprendidos. Los Potter habían ido a pasar ese fin de semana en el hogar de los Weasley, por invitación de Molly. La principal motivación era pasar unos días de calidad con la familia, pero aquella repentina confesión de parte del segundo hijo de ellos, no era ni remotamente cercano a cualquier conversación que pudiera darse en esas circunstancias.

— ¿Qué dices hijo? — Preguntó un confundido Harry, casi creyendo haber escuchado mal.

— Lo que escucharon, soy gay y estoy enamorado de un chico — Dijo seguro sin dejar de comer.

— ¿Es una broma? — Ginny estaba un poco exaltada — ¿De qué hablas?

— No lo es, estoy enamorado y cuándo entremos a clases este año, voy a confesarle lo que siento por él — Miró a los ojos a su madre — Quería que lo supieran antes de hacerlo.

Harry miraba atento a su hijo, ¿Era cierto lo que escuchaba? Por unos segundos sintió un leve revoloteo en su estómago, en un principio no entendió por qué, pero de pronto las palabras de su hijo lo llevaron a muchos años atrás, apareciendo en su memoria una imagen borrosa de dos jóvenes parados frente a frente, uno gritando que el otro le gustaba, la imagen se hacía cada vez más clara y pudo reconocerse en ella a sí mismo confesando su amor, siendo besado por el dueño de ese amor por primera vez. Reaparecieron esos recuerdos que creía olvidados y que con mucho trabajo, había superado.

— ...rry... ¡Harry! — La voz de su esposa lo traía de vuelta al presente — ¿No tienes nada que decir de lo que acaba de decir tu hijo? — La miraba perplejo y solo atinó a hablar.

— ¿Estás seguro? — Lo miró serio a su hijo — Solo tienes dieciséis años, puede ser una ...

— Estoy seguro — Albus interrumpió a su padre — De hecho me gusta desde los catorce años, pero ahora me siento listo para decírselo.

— Bien, no tiene nada de malo que te guste un chico, ¿No, querida? — Dijo el patriarca de los Weasley tratando de calmar los ánimos.

— Eh sí, claro... ¿Quién es? Cariño — Dijo Molly con una sonrisa y los más jóvenes la quedaron mirando divertidos por la actitud despreocupada de su abuela. Sabían que ella apoyaría cualquier cosa que uno de sus nietos quisiera. Esa era una de las razones por las que Albus había decidido contarlo justamente cuando estuviera su abuela cerca.

— ¿Eso es lo que te interesa saber? — Dijo exaltada Ginny — Es increíble que eso sea lo que...

— Es Scorp — Respondió Albus sereno.

— ¿Qué? — Harry se trapicó con la respuesta de su hijo.

Scorpius Malfoy era el mejor amigo de su hijo.

— ¿Scorpius Malfoy? — Preguntó su hermano James — ¡Ja! Ya lo sabía — Sonreía triunfante.

— También yo — Dijo su prima Rose — Así que por fin te vas a declarar.

— ¿Cómo que lo sabían? ¿De qué me perdí? — Dijo Ginny mirando a su hijo y sobrina alternadamente.

— Mamá, Albus lo único que hace es hablar de Scorpius todo el día, era obvio que le gustaba desde hace tiempo — James hablaba con la certeza de que no era posible que nadie se diera cuenta — ¿De verdad nadie más lo notó?

— Es cierto tía, además en la escuela siempre andan juntos para todos lados, es casi imposible verlos separados — Decía Rose sin dejar de comer.