VI - VII

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El tiempo lentamente pasó, Albus y Scorpius no se ocultaron de nadie ni en la escuela ni en ningún otro lugar. Simplemente vivían su amor como cualquier pareja de su edad, al principio algunos se sorprendieron, otros los molestaron, otros los apoyaron, pero al paso de los días, ellos solo eran una pareja más.

La temporada de fiestas de fin de año llegó rápidamente, fue la primera prueba, sería la primera vez que se separaban después de haberse vuelto novios, y aunque la intención de ambos era quedarse en Hogwarts, ambas familias insistieron en que fueran a casa, por lo que se despidieron con un largo beso, prometieron escribirse a diario y cada uno se fue a su hogar con el corazón oprimido. Albus, sus padres y sus hermanos pasarían las fiestas en la madriguera, Scorpius y su padre en la mansión.

En la madriguera estaban todos los Weasley reunidos, hijos, hermanos y primos, todos juntos para celebrar.

— ¿Cómo estuvo el semestre muchachos? — Preguntó Molly emocionada a sus nietos.

— Genial, Scorp y yo hicimos muchas cosas juntos, ha sido un buen año — Respondía Albus.

— Para mí también ha sido bueno, he tenido excelente resultados en todos mis hechizos — Decía Rose, orgullosa.

— Ha estado bien, siempre es divertida la escuela — Hablaba Lily con dulzura.

Los demás fueron contestando a su abuela uno a uno, Molly estaba feliz de las buenas experiencias de sus nietos, pero tenía especial interés en uno de ellos.

— ¿Estás bien, cielo? — Se acercó a Albus cuándo lo vio solo sentado en un sillón del living.

— Sí, es solo que extraño a Scorp — Dijo mirando a su abuela con una pequeña sonrisa nostálgica.

— Lo sé cariño — Pasó su mano sobre su hombro — ¿Eres feliz con él?

— Sí, mucho — Dijo con una sonrisa.

— Eso es genial cariño — Le dedicó una sonrisa cariñosa — Has sido tan valiente Albus, no sabes lo orgullosa que estoy de ti.

— Gracias, abuela, fue difícil, enfrentar a todos en la familia, pero la felicidad que me da Scorp, vale la pena.

— Lo sé amor.

Harry estaba unos pasos más atrás escuchando la conversación, pensando en que si hubiera tenido la mitad del valor de su hijo, tal vez su historia con Draco hubiese sido muy distinta.

Tal vez tu y yo...

Lejos de Ahí estaba Scorpius con su padre compartiendo una lectura en la biblioteca de la mansión. De pronto su padre cerró el libro y posó sus ojos en su hijo.

— ¿Cómo estuvo el semestre hijo? — Preguntó Draco.

— Bien papá — Lo miró.

— Y — Hizo una pausa — ¿Con el muchacho? — Suspiro bajo — ¿Cómo estas con él?

Scorpius se contentó de que su padre quisiera hablar de eso, después de todo, sabía que no estaba totalmente de acuerdo, pero aun así lo apoyaba.

— Estamos muy bien padre, soy muy feliz — Dijo con una enorme sonrisa, esa sonrisa que derretía su corazón.

— Es genial Scorpius, me alegro por ti — Hizo una pausa — Si alguna vez no lo eres, no dudes en decírmelo.

— Lo sé papá, aunque eso no pasará — Volvió a sonreír y continuó su lectura.

Draco estaba sorprendido de la seguridad de su hijo, lo admiraba, sin duda alguna su hijo era el mejor Malfoy sobre la tierra, era leal, seguro, sincero y sobre todo valiente. Valiente como él nunca pudo serlo en el pasado. Si él hubiera tenido la mitad de su determinación y seguridad, su historia con Harry hubiese sido tan distinta.

El Valor Que No TuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora