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Ese día no pasó nada interesante, tampoco las tres semanas que siguieron. El alfa seguía sin llegar. Había enviado un mensaje con otro miembro de la manada, una de las chicas que lo acompañaba había dado a luz, por lo tanto, tardaría mas.

Al cabo de algunos días, las pocas cosas de los niños habían encontrado su lugar en las cajoneras de una segunda habitación de la casa. JinHwan después descubrió que donde había estado durmiendo, era la habitación de JunHoe, la cual, también podía decir que era suya. Dado que solamente habían dos camas en la habitación de los niños, iba a dormir con DongHyuk, porque los mellizos estaban acostumbrados a dormir juntos y no tenían problema. Pero JunHoe había salido con que una forma de ayudarlo podía ser haciéndole compañía por las noches, no lo había dicho en voz alta, pero JinHwan tenía la certeza de que el lobo mayor se sentía solo. Vivía alejado de su manada, cosa normal, a veces se dispersaban para cubrir mas terreno, pero JunHoe estaba muy lejos. Los viajes cuando iba a comprar o a hacer algo tomaban horas, lo que indicaba que el centro de la manada no era cerca. Por eso terminó aceptando, además de que no le molestaba la atención de JunHoe a él, lo hacía sentirse querido. De esa forma su ropa terminó junto a la de JunHoe. No dormían pegados, cada uno estaba de un lado, eran pocas las ocasiones donde se tocaban al dormir.

JunHoe esa mañana se había despertado mas apegado que de costumbre. A pesar de que pasaba largos tiempos sin decir una palabra, las acciones decían mucho. Habia aceptado a los cachorros como si fueran sus propios hijos. Se encarga de que se cuidaran, les daba consejos e incluso a veces cuando los niños estaban revoltosos, se permitía acostarse con ellos hasta que se durmieran. Estaba impresionado por sus acciones. Claramente esto había llegado hondo a JinHwan, sus hijos aceptaban al lobo de buena gana, y el también lo haría.

Pero ahora, a diferencia de otros días, esta vez se había despertado con JunHoe abrazando su cintura, con la cabeza oculta en su cuello y las piernas entrelazadas, sin dudas una pose demasiado para parejas, eso hizo que se asustara y comenzara a soltar quejidos, su pasado siempre le recordaba que no podía dejarse llevar tanto. No obstante, JunHoe parecía entender que pasaba algo. Le pidió perdón por sobrepasarse. Dejó que descansara un rato más y le llevó el desayuno a la cama. Nunca habían hecho algo así por él, su corazón estaba que explotaba.

«Raro» pensó.

Porque el siguiente signo fue que JunHoe bañó, cambió y dejó impecables a los niños. Raro, no tenían porqué verse tan presentables. Comenzó a sospechar automaticamente. Después JunHoe entró en la habitación y para desconcierto de JinHwan, se metió entre la parte de las cosas de JinHwan.

No se sintió capaz de preguntarle que hacía, tenía la permanente seguridad que JunHoe tenía una razón para cada una de sus acciones. Lo dejó hacer lo que quisiera, y se quedó recostado sobre su estómago.

─JinHwan ─JunHoe se había sentado cerca de él, intentando despertarlo.

─¿Si? ─preguntó con la voz ronca.

─No quiero asustarte, pero mi alfa va a venir ─JinHwan se despertó enseguida, se sentó y en menos de lo que esperaba, estaba sobre JunHoe. Sin darse cuenta realmente de lo que hacía, pero no le molestaba. Tomarse la libertad de hacer de vez en cuando lo que creía correcto se sentía bien.

─No, no, no ─JinHwan negaba.

─Los niños están emocionados por conocer al alfa ─JunHoe se dejaba zarandear por JinHwan. ─¿No vas a calmarte?

─¡No! ¿qué voy a hacer si no nos acepta? ─JinHwan lo miró angustiado─ mis bebés van a tener que volver a salir sin ninguna protección.

─Eso no va a pasar ─JunHoe endureció su voz y se sentó con JinHwan encima de él ─debes calmarte.

𝕻𝖔𝖗 𝖘𝖚𝖘 𝖈𝖆𝖈𝖍𝖔𝖗𝖗𝖔𝖘 ➳ ᴶᵘⁿᴴʷᵃⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora