Eres molesto.

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Todos conocemos a los típicos idiotas de la escuela. Los nerds, los atletas, los cool, las putas, las aun más putas, y blah blah blah. Karkat lo veía así, todos eran idiotas y el rey de todos ellos era John Egbert, quien se creía su amigo por alguna razón.

-Hola Karkat -lo saludo John entrando al salón de clases. Estaba bastante desabrigado para el frío que había en ese momento.

-Agh, hola Egbert -saludó amargamente el pelirrojo.- ¿No crees que hace demasiado puto frío como para estar así?

-Karkat Vantas...te estas preocupando por mí? -sonrió-

-¿Qué? ¡Claro que no! ¡Solo era una puta pregunta!

-Hehehe, si claro -el más bajo gruñó y se cruzó de brazos.- Yo tengo calor, me vine corriendo hasta acá...pensé que llegaba tarde.

-Idiota -dijo rodando los ojos. El pelinegro rió bajo y se sentó junto al más bajo.

-Odio que te sientes junto a mi.

-¿Por qué? No voy a hacer nada malo -el menor se sonrojó y vio a la ventana. Hace ya un mes habían comenzado a "salir" juntos. No en plan citas, como amigos. Amigos que querían ser más que eso pero no podían ¿y por qué no podían? Porque ambos eran tan tontos que jamás se confesarían.

Tocó el timbre y todos fueron a sus lugares. Karkat intentaba prestar atención a la interesantísima explicación sobre las transformaciones isométricas, pero no pudo, la razón era el chico sentado a su lado. No le estaba hablando, pero tenía la capacidad de distraerlo. Aquellos penetrantes ojos azules, aquella imbécil cara de aburrido...suspiró pesadamente y apoyó su cara en la mesa. Lo frustraba el no poder decirle que lo quería.

Por su lado John tampoco prestaba atención. Estaba fingiendo que lo hacía. Su mente estaba llena del menor de los Vantas. Hacía mucho que quería decirle, pero temía que pasaría. Si lo rechazaba, quizá ya no serían más amigos y no quería eso. Evitó un suspiro y miró su cuaderno. Fórmulas y coordenadas por todos lados...y una "K" en una esquina. La borró como pudo y volvió a ver la pizarra.

La hora de clases pasó rápido y en el recreo llegaron Dave y Rose a buscarlos a su salón.

-¡Pero si son mis rubios favoritos! -dijo alegremente John yendo a abrazar a Rose y a chocar puños con Dave, como buenos amigos.

-John, cómo está Jade? -preguntó Rose.

-Esta mejorando, pero sigue congestionada.

-Harley no estaría enferma de no ser por ALGUIEN -dijo Karkat viendo al menor de los Striders.

-Jamás pensé que se enfermería.

-Jamás piensas nada, Strider.

-Basta ambos -dijo la rubia algo molesta.- Lo importante es que solo fue un resfriado.

-Hey, qué harán esta tarde?

-No tengo nada planead...

-Egbert me va a ayudar con biología -contestó el menor antes de que el azabache pudiese decir algo más.

-Haha, nerd -la Lalonde lo codeo como diciendo "tu también necesitas tutorias".- Nosotros ibamos a ir a ver a Jade...

-Oh, pueden ir, si quieren les paso las llaves.

-¿Le vas a entregar las llaves de tu casa al inepto de Strider?

-Sí, lo peor que puede pasar es que llegue a casa cuando ellos se hayan ido y tenga que levantar a Jade o pasar por sobre la reja.-El menor suspiró y rodó los ojos, el timbre volvió a sonar y se despidieron. John miró a Karkat.

Eres tan molestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora