Capítulo 3

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¿A eso le llama la gente un buen comienzo?

Después de ese vergonzoso momento, la clase fue como una clase normal, solo que en este caso soy yo el marginado de la clase, aunque nunca tuve un compañero así, ahora sé cómo se hubiera sentido.

Después de el primer bloque de clases, vino el recreo, como ese inicio de clases no fue favorable para mi vida social, decidí quedarme solo en una escalera que nadie usa porque está muy lejos. Mientras jugaba el único juego que tengo en mi teléfono, vi como alguien se acercaba a donde estoy, era una chica rubia posiblemente la que estaba en el asiento frente a mi en clases, tiene unos ojos que no son verdes, pero tampoco amarillos, contextura delgada, debe medir aproximadamente 165 Cm, y tez clara. Esperaba a que subiera la escalera, pero al contrario, llegó al lado mío y se sentó, entre nosotros había si es con suerte, medio metro de distancia, hubo un incómodo silencio, hasta que ella decidió hablar:

—¿Te encuentras bien?— dijo con un tono casi con lástima

Vamos ¿Es en serio? ¿Tiene el descaro de venir a preguntarlo? ¿Quien estaría bien en mi posición? A pesar de todo eso, mentí, o al menos fue sarcasmo:

—Ah, me encuentro estupendo, nunca me sentí mejor en la vida— un claro sarcasmo salió de mi voz.

—Está claro que no estás bien— dijo patéticamente ¿Es tonta o no entendió mi sarcasmo?

—Si está claro ¿Para qué demonios preguntas?— alcé un poco la voz al decir esto, quería llorar, me sentía fatal.

—La verdad es que quería pedirte disculpas por lo que ocurrió en clases

—¿Qué es esto, lástima o falsa empatía?

—Ninguna, esto es una disculpa sincera— ¿Sincera dice? Es muy conveniente para ser cierto.

—¿Sabes que podrías haberte ahorrado esto si es que aunque sea hubieras dicho algo?

—¿Y crees que me hubieran hecho caso?

—Eres bastante linda y tienes pinta de ser la popular del curso, por lo menos los hombres te harían caso

—N-no soy linda— ¿Acaba de sonrojarse?— y además, a todos ellos les gustan mujeres con mucho pecho y trasero, y no tengo nada de eso— ah, así que son de ese tipo de simios que creen que el físico y posiblemente el dinero lo es todo.

Aunque no puedo excusarme del todo, también tengo gustos propios, pero eso es otro cuento.

—Bien, bien, como tú digas

—¿Por qué lo haces sonar como si yo también fuera parte del problema?

—¿Por qué vienes entonces a disculparte? ¿Acaso sabes lo que se siente estar ahí parado mientras todos se burlan de ti?

—Sí, por supuesto que lo sé, no fue cuando llegué, pero tenía tanto miedo de participar en los torneos, que me llamaron la "invisible", ya que nadie se fijaba en mí y no aparecía en ningún evento, las otras chicas me hacían burla por mi físico, hasta que empezaron a ignorarme, a día de hoy aún lo hacen, incluso los nuevos que llegan se unen a ellos.

—¿Para qué me cuentas todo esto?

—Para que me creas, eres el único estudiante que me habla después de tanto tiempo que solo los profesores me dirigían la palabra.

Tras decir eso, se formó un extraño e incómodo silencio, ninguno sabía cómo romper el hielo, hasta que ambos nos intentamos levantar, y en un intento torpe de hacerlo, ella resbaló sobre mí, y yo, que ya estaba parado, me tocó recibirla para que no caiga al suelo, al hacerlo, nuestras caras quedaron a unos 20 centímetros de distancia, mientras ella estaba apoyada en mi y con su rostro en frente del mío, ella me preguntó sin moverse de dónde estaba:

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⏰ Última actualización: May 05, 2020 ⏰

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