Forks

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Su llegada a el pequeño pueblo había sido bastante decente, el camión había llegado justo después de ellos pero debían sacar todo y organizarlo, así que para Gretel no fue tan divertido.

—Esperaba que ese camión se perdiera —Gretel se quebaja mientras bajaba hacia la calle donde estaba su hermano.

Hansel miro a su hermana divertido y le dio instrucciones a las personas del camión para bajar la mudanza.

—No puedo creer que hayas despertado tan temprano, es un milagro —se burlo de ella mientras tomaba algunas cajas y le pasaba por un lado.

Gretel rodó los ojos mientras tomaba dos cajas llena de cosas frágiles ante la mirada de los cargueros.

Miro a la personas y sonrió, tal vez si debía disimular un poco.

—Siento que mis brazos se romperán en cualquier momento, ¿alguien podría ayudarme? — miro a los hombros y ellos se movieron rápidamente para quitarle las cajas de los brazos.

—No se preocupe señorita, déjenos el trabajo pesado a los hombres —hablo uno de ellos mientras fingia que las cajas no estaban pesadas.

Gretel sonrió un poco burlona

—Se los agradezco, entonces me adelantaré —Subio las escaleras y rodo los ojos — Hombres — comento en un murmullo, la calidez de la casa la recibió y vio como su hermano organizaba la sala para que se viera al menos medianamente decente.

—Por cierto, me tomé las molestias de hacer el papeleo —dijo mientras le daba una carpeta

—Esto no puede ser verdad —Gretel miro a su hermano mientras el sonreía —Tengo 600 años, no tengo edad para ir a la secundaria, es una locura

Hansel se fue a la cocina con una Gretel enojada detrás

—Tal vez tengas 600 años pero aparentas los 17 donde sea, así que no te queda de otra si queremos permanecer aquí sin llamar la atención.

—En Rusia no fui a la secundaria, puedo quedarme en casa como allá —rogo Gretel como niña pequeña

—Lo siento pero no tienes opción, empiezas el lunes, así conviviras con alguien que no sea tu almohada —dijo mientras tomaba el humeante café.

Gloria se dejó caer sobre el mesón de la cocina mientras lloraba falsamente.

—Te odio —dijo mientras tomaba una taza de café y se servía.

—Me amas y lo sabes —hansel se había ido a afuera, imaginaba que para asegurarse que todo estuviera en su lugar. Pensó en su regreso a la secundaria, hacia cuánto no había estudiado formalmente, ¿60 años?, No, tal vez ¿70?, Ya ni lo recordaba, había ido muchas veces a la escuela pero no recordaba cuando paro de ir.

Nisiquiera tenía ropa adecuada a el año, nisiquiera tenía auto, vivían muy lejos del pueblo, en mitad del bosque, no tenía idea como el camión había llegado entero.

—Espero que Hansel haya pensado en eso —suspiro y termino su taza de café para ir a su habitación, el libro oscuro la llamaba, rara vez pasaba eso pero cuando lo hacía era por algo importante — bien, dime qué sucede— tomo el libro y lo abrió, su visión se cego por unos segundos mostrándole una visión que le pondría los pelos de punta.


                        ɴᴏ ᴏʟᴠɪᴅᴇs

   ᴠᴏᴛᴀʀ ¦ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ ¦ sᴇɢᴜɪʀᴍᴇ


                

Ḅöďÿ  ıllıllı Jasper Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora