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Gulf recién despertaba a los rayos del sol con molestia. De lo único que le brindo felicidad fue mirar abajo y ver a Mew abrazándolo.

Gulf sonrió, encogiéndose de hombros con sonrojo.

Pero al moreno le urgía y al baño así que penosamente tuvo que quitarse los brazos de su novio para ir al baño corriendo en sus puntillas para no despertarlo ni por más apurado que estuviera.

Escucha unos toques a la puerta mientras hace su primera necesidad del día.

—¡Un momento!— Gulf anuncia antes de abrir la puerta.

—¡MiewMao!— Él grita inocentemente con una sonrisa antes de que ella tenebrosamente lo tome de la muñeca para jalarlo fuera de la casa.

—¿Hacer el Canto de La Verdad? Pero ¿Qué quieres descubrir de Beam?

—Quiero descubrir si en realidad se puede confiar en el, Gulf.

—Pero yo confío en Mew. Y Mew no es malo.

MiewMao suspiro apenada. No le quería decir a su mejor amigo de toda la vida lo de los cadáveres. Ella no podía evitar sostenerse fuertemente de la mano de su mejor amigo con mucho incómodo.

—Te ves muy linda, MiewMao.

Gulf dice, viendo su vestido.

—Muchas gracias.— Ella se esconde los mechones de cabello tras sus orejas con una sonrisa. Él besa su frente.

—Hagas lo que hagas, no me hieras a Beam. ¿Sí? Confío mucho en él.

—No le haré daño.

MiewMao ríe.

—¡Al menos que él te haga daño!

—¡Al menos que él me haga daño!

Ambos se amenazan a la vez apuntándose con sus dedos acusadores y rostros amenazantes. Se hechan a reír después de eso. Gulf la abraza fuertemente contra su pecho moviéndolos a los lados con sonidos extraños que hacen reír a MiewMao. Pero ella se abraza mucho más fuerte a él. Así como lo quiso hacer cuando el miedo la acechó.

—¡Oh! MiewMao, te debo contar sobre la reproducción humana.

—¿Para hacer bebés?

—No sólo es para hacer bebés.— Gulf sonrió todo pervertido con mucha emoción.

—¿Para qué más?

—Bueno... Mew dijo que los humanos tienen muchas necesidades y una de ellas es reproducirse sin tener bebés porque dicen que es sano para su cuerpo y se siente muy pero muy, bien.— Gulf susurra lo último.

—Ósea que... ¿Lo podría hacer con Beam?

Su cara se pone roja como la de un tomate.

—¡MiewMao no explotes!

Gulf le dice al ver como su rostro se ha quemado por completo en rojo. Ella lo mira decidida:

—No explotaré.

Le afirma. Ambos asienten.

La Sirenita Tiene Un Amigo • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora