Mi verdad eres tú

8-Me encantas

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Licy❤❤❤
Capítulo 8
Me lleva a  la caballa y es un sueño esta divina tiene una hermosa chimenea y una pared de cristal que hace que se vea un hermoso jardín, me quedo mirando las luces de jardín cuando me abraza por la espalda y  veo ese gesto tan dulce.
- Te gusta – pregunta él.
- Sí, es bellísimo – respondo girándome para verle a los ojos y sus labios alcanzan los míos, nos besamos desesperadamente, su lengua batalla con la mía por tener el control, me acerca más  a él por la nuca y empieza a masajearme todo el cuerpo, mientras gimo de deseo, me empieza a quitar la cazadora de cuero y yo le quito la de él, y no paramos de besarnos, le quito la camiseta y me quedo fascinada por su cuerpo que está totalmente apetecible y tiene la V tan marcada que me dan deseos de lamerlo completo, y más cuanto siento su erección tan dura,  me saca el top y me quedo en sujetador, empieza a bajarme los jeans y me deja solo un ropa interior, un diminuto conjunto color rosa.
- Quítatelas – me ordena
- Dios que mandón – le digo coqueta pero me quito las bragas y el sujetador y los dejo caer al suelo.
- JODER, estas hermosa – me dice y se abalanza sobre mí y me  lanza sobre  la cama, empieza a besarme los pies y va subiendo por mis piernas cuando llega a mi entrepierna empieza a pasarme la lengua y mi espalda se arquea y no dejo de gemir sigue besándome y lamiendo tan jodidamente sexy y lento que parece una tortura, estoy empapada, cuando está llegando a mi clítoris le cojo el cabello para que lo haga rápido y me coge las muñecas y las pone encima de mi cabeza.
-  Oh, no nena, no te desesperes – me  dice divertido.
Y  empieza a devorar mis pezones.
- Jooooder, lo haces tan bien ! – le  digo mientras el sigue con mis pezones, baja su mano hasta mi clítoris y desliza un dedo dentro de mí y se siente tan bien.
- Estas tan húmeda – me dice y por fin me suelta las manos las pone en mis muslos para separarme más las piernas y empieza a lamerme mi clítoris en círculos a un ritmo enloquecedor, introduce un dedo  dentro de mí y me arranca un gemido, y yo le agarro el caballo para que no pare de hacer lo que me hace, introduce otro dedo y otro más y me tiene a punto de llegar al clímax.
- No, pares, por favor no pares -  le digo siento su lengua más profunda y el empieza a lamer más fuerte
- Siento que voy a explotar – le digo desesperada por el éxtasis.
- Córrete con todo princesa – me vuelve introducir la lengua.
- Ahahah, dios – grito y él no para de lamerme completa.
- Sabes tan bien nena, eres mi sabor favorito – me dice y entra aun habitación que deduzco que es un baño porque sale con una toalla para limpiarme, lo hace y yo me quedo acostada en la cama todavía sin moverme.
Se acuesta al lado mío y me empieza a besar el cuello, las hombros y terminamos en un muy apasionado beso.
- Deberíamos ir a comer, porque sino no saldremos de esta cama y me voy arrepentir de no terminar contigo hoy – me dice Cristóbal
- Termina  - le digo mientras le muerdo el lóbulo de la oreja.
- Hoy no, hoy te toca a ti pero no te impacientes, te aseguro  que lo haré, te cogeré tan duro que no podrás ni caminar, ahora vamos a comer.
Nos levantamos de la cama y me visto, Cris también  se termina de arreglar y cuando se está vistiendo  no puedo dejar de fijarme en sus tatuajes, tiene el signo de libra en el pecho y una palabra bajo las costillas, un nombre tal vez pero no logro verlo bien, terminamos de arreglarnos  y nos dirigimos a un pequeño pero muy bonito restaurante, tiene pocas mesas pero es muy acogedor no sentamos en una y el mesero nos trae la carta.
- Vienes mucho aquí – le pregunto a Cristóbal
- Cada vez que puedo, es como mi santuario sabes, aquí me siento libre, siento que puedo ser yo mismo.
- Siempre no lo eres – pregunto curiosa.
- En realidad no, casi nadie me conoce de verdad.
- Espero llegar a conocer el verdadero tú.
- Bueno por lo pronto estas cenando con él – me dice riendo.
- Has traído a muchas mujeres aquí – le pregunto y en cuanto termino me reprendo por preguntarle algo así
- No en realidad, jamás he traído a nadie aquí, ni siquiera a Darío mi mejor amigo.
- Me tendría que sentir alagada entonces.
- Mucho, la verdad – me responde él y en eso llega el camarero para recoger la orden.
- Buenas noches señor Cristóbal, hace mucho que no se le veía por aquí, ya sabe que desea pedir – dice el mesero educadamente.
- Buenas Frank, he estado bastante ocupado pero ya vez, aquí estoy como está tu esposa y tu hija.
- Bien muchas Gracias señor.
-  Princesa que quieres comer – me pregunta Cris.
- Tienes alguna recomendación.
- Te gusta la comida italiana – me pregunta
- Si.
- Bueno tráeme lo de siempre, con el vino de siempre – le dice al mesero y este se retira.
- Bueno Cris cuéntame más de ti.
- Bueno tengo 27 años, trabajo en bienes raíces, hace 6 meses que estoy aquí en New York, antes estaba en Australia, mis padres viven en California, soy solteros y no tengo hijos, alguna otra pregunta señorita.
- Como conociste a Alison?
- Me la presentó Leo, nos conocemos hace como 3 años y cuando me mude  aquí a New York, él me dijo que viviera en su edificio que había un departamento vacío, me encantó y  como  no conocía a casi nadie aquí un día me invito a salir, junto con Ariel y conocimos a Alison y  a Susana.
-  Ella no me había hablado de ti.
- A mí, si de ti, pero Alison nunca me decía Cristóbal siempre me decía Top Model.
- Así que tú eres el Top Model, bueno si en realidad y si hablamos de ti.
- Con permiso -  nos interrumpe el mesero trayéndonos unos espaguetis a la carbonada deliciosos que devoré super rápido.
- Te gustó – pregunta Cristóbal.
- Si mucho, estaba muy ricos.
- Quieres postre, porque yo ya me comí el mío - me pregunta divertido.
- No, ya estoy satisfecha, espero que te haya gustado tu postre.
- Ni te imaginas cuanto, nos vamos – pregunta y yo asiento con la cabeza.
Caminamos hasta la moto para regresarnos y cuando me voy a montar me jala para que me siente a horcajadas en la moto, de frente a él.
- La he pasado increíble, gracias por todo – me dice y me empieza a besar y yo por supuesto le correspondo me coge las nalgas acercándome más él para que sienta su erección y se ponen los pezones duro, es increíble como mi cuerpo reacciona a él, nos separamos a coger aire pero me vuelve agarrar de la nuca para no separarnos y continuamos besándonos.
- Joder me encantas – me dice contra mis labios.
- Y tú a mí – le respondo separándome ya de él.
- Tengo miedo de esto Vanessa – me dice mirándome fijamente a los ojos  - tengo miedo de lastimarte.
- No lo harás y yo también tengo miedo – le digo y lo vuelvo a besar – nos vamos?
El me ayuda a bajarme y montarme bien y nos vamos a casa, cuando llegamos él también se baja y se recuesta a la moto.
- Bueno gracias por la cita, por el globo, por la cena, por la noche, por todo -  le digo.
- No me vas agradecer nada mas – me pregunta y me guiña un ojo
- Que idiota eres – le digo.
- Nos vemos mañana – me pregunta y yo asiento por la cabeza, me acerco y le doy un beso en la comisura de los labios.
- Adiós – le digo y cuando voy a alejarme me coge de la mano y me estampa un beso en la boca al que no me opongo.
- Nos vemos princesa, extráñame – me dice todavía contra mi boca
- Siempre – le respondo y el me suelta para que entra a casa.
Entro y por la reja lo veo irse y sé que estoy jodida porque me encanta Cristóbal.