Discretamente lo asesinaba con la mirada, una y otra vez. Con sus dedos hacia un leve tambor a la mesa, el cual era acallado con el bullicio a su alrededor.
¿Quién era él para juzgar la situación? Nadie. Pero, sentía que tenía más derecho a opinar por solo estar ahí, por sólo ser él.
"¿Crees que soy un monstruo?"
No es que pudiera elegir si ir o no, era una obligación. Pero había algo que le estaba llamando la atención. Algo que le estaba carcomiendo por dentro, a lo más profundo y hondo de su ser.
O mejor dicho, alguien.
Cambió su mirar hacia otra dirección, otra persona. Una mirada egocéntrica se adaptó a él, junto con una ladina sonrisa. No, esta no era de enamoramiento, para nada, él no era así.
Era de odio.
Lo odiaba por todo, ¿ahora donde estaba? Hundiéndose en la miseria, eso le encantaba. Él podía ser de todo; Calculador, perspicaz y una persona que a la mirada de muchos era de admirar. Pero, lejos de cualquier otra opción. Él no era alguien que olvidara fácil, eso la historia lo demostraba.
Apoyó su mejilla en la palma de su mano. Aún mantenía la mirada centrada en su blanco.
"Tienes que elegir, ser el cazador o ser la presa"
Sonrió nuevamente, esta vez dejando a la vista su blanca dentadura. Podía simplemente ir y atacar, pero no, ese no era su estilo. Él esperaría, en cualquier momento alzaría la bandera blanca sin saberlo y ahí atacaría.
Su mirada de un momento a otro se tornó aburrida. Eso era muy simple, necesitaba dejarlo peor, necesitaba hacerlo caer.
"Veras el verdadero monstruo que se oculta en mí"
El tambor que antes hacía con sus dedos paró. Arrastró sus uñas por aquella mesa de madera bien cuidada, desgarrando un poco por la fuerza que ejercía en ello.
Poco después su sonrisa se volvió forzosa y presionó su mandíbula. No se dejaría guiar por simples impulsos. Permanecer callado e inocente, un traje de oveja que usaba en cualquier momento. ¿Quién pensaba que él realmente era un lobo? Todos, todos lo sabían. Usando ese traje para atraer a los inocentes y devorarlos en la oscuridad.
"¿Eres de esas personas?"
Volvió a sonreír naturalmente por esos pensamientos, quería que sus maliciosos pensamientos se hicieran realidad. Mostrar su lado más cruel e inhumano.
Mostrar que nadie se mete con él sin salir impune, sin alguna penitencia por su supuesto "pecado". De todas maneras, era él y esa siempre era su excusa. Una que perdía cierta gracia por el tiempo. Pero una que él amaba y retocaba con cierta sofisticación, moldeándola. Lista para manipular a quien sea cuando la situación lo amerita.
"Toda cosa; Tristeza y felicidad. Tiene su costo, yo me encargaré de eso"
Simplemente el hecho de poder tenerlo, poder decirle que no hay vuelta atrás, poder decirle que eso era su culpa, que se había ganado la miseria que estaba pagando.
Y conseguiría lo que quisiese, siempre lo hacía.
¿Nadie le advirtió el peligro de jugar con pintura amarilla?
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Bueno, aquí les traigo otro UsaVene, diferente al anterior, uno más... ¿Interesante? No lo sé, eso ustedes me los dirán.Los quiero, espero esto les guste.
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Yellow Rose · UsaVene
FanfictionVicent Van Goth bebía pintura amarilla, él decía que ese color representaba a la felicidad y si lo bebía él sería feliz. Todos lo tomaron por loco, que moriría si seguía así, él no hizo caso. Siempre hay que mirarlo todo desde un punto menos juicios...