Instagram (Jace Norman Y Tu)

Capitulo 6

Jace.

Cuando estaba a punto de alcanzarla, vi que iba a cerrar la puerta de su camerino, pero alcancé a llegar y evité que la cerrara.

—Mmm, hola —le dije sonriendo.

—¿Se te ofrece algo? —me dijo, mirándome seria.

Suspire —¿Puedo pasar? —le pregunté, a lo que ella asintió y la abrió más, dejándome pasar y cerrándola detrás de mi.

—Te vuelvo a preguntar —me senté en el sillón que tenía y volteé a verla —¿Se te ofrece algo? —se cruzó de brazos y se quedó mirándome totalmente seria.

—Quería hablar contigo, bueno, más bien disculparme —la mire con tristeza.

—¿Sobre? —Riele era, tanto dentro como por fuera de su personaje, una chica que sabía disimular sus problemas y si venía mal. Algo que admiraba de ella.

—Sobre lo de hace rato —me paré y quedé más alto que ella —Con Joyce —le dije cuidadosamente.

—¿Que hay sobre ella? Se gustan y eso es obvio, ¿no? —sonrió. Si que era buena fingiendo que no pasaba nada.

—Riele —le dije frustrado.

—¿Qué, Jace? —me pregunto enojada y se volteó dándome la espalda.

—Riele —la llamé.

—¿Porqué me mentiste? —me volteó a ver, y pude ver como sus ojos estaban llorosos. No, no, no y no.

Suspire y me acerqué lentamente a ella —Lo siento —la abracé y ella lloró más fuerte.

—Es comprensible, Joyce es bonita, no, es perfecta. Ambos serían la pareja perfecta —no dije nada y sentí como me abrazaba por mi cintura —Lo que no entiendo, es por que dijiste que te gustaba cuando no era cierto —se separó de mi.

—Lo sentí en ese momento —le dije.

—NO ME SALGAS CON ESO, ¡POR FAVOR! —me gritó enojada.

—¿Y QUE QUIERES QUE HAGA? ¿QUE FINJA QUE ME GUSTAS? —le grité también.

—TODOS ME LO HABÍAN ADVERTIDO —gritó enojada.

—¿Cómo que todos? —le pregunté confundido —¿Le dijiste a todos? —le pregunté exaltado. Mierda.

—No —me dijo rápidamente —¿Y si lo hubiera echo cuál es el problema? —me miró seria —Claro, si todos se enteraban que andabas conmigo, tus amiguitas se hubieran enojado, ¿no?

—Nunca anduvimos y ni andamos, Riele —le dije tranquilamente. En alguien debía caber la prudencia.

—ME BESASTE, JACE —se acercó furiosa a mí —¿CÓMO EMPIEZAS ALGO QUÉ SABES QUE NO PUEDES CONTROLAR? —me pegó en mi pecho —Jugaste con mis sentimientos, como todas las demás y las que seguirán, siempre me preguntaba a mi misma como todas esas chicas se cegaban y no les importaba que jugaras con ellas, con tal de tenerlas un rato —se secó las lagrimas —Y ahora las entiendo, llegas y ciegas a cualquiera con tu fachada de chico bueno, nos elevas hasta al cielo y cuando menos nos damos cuenta, nos dejas caer.

—Te dije que no —me estaba empezando hacer perder mi poca paciencia —Ese día, cuando fui a tu casa a estudiar los diálogos de Henry Danger, tú me confesaste todo y yo te dije que no quería involucrar una relación en el trabajo y mucho menos quería una —me pasé las manos por mi cabello —¿Pero tú que me dijiste? ¿Eh, Riele? ¿Qué me dijiste? —le dije enojado.