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—¡SeokJin, hay que irnos! —gritó su compañero.

—Si, si, ya voy —respondió mientras se colocaba un suéter azul.

Hacía mucho frío.

SeokJin salió de su habitación y se acercó a JungKook, el cual tenía sus pertenencias en mano.

—No inventes —pronunció el beta de nombre JungKook—. Sólo fuiste a ponerte un suéter y te tardaste 15 minutos, ¿es eso difícil?

—Relájate, no vamos tarde —le recordó.

—Tú no, pero yo si —hizo un puchero.

—No mientas, estamos en la misma clase —respondió sin interés.

—Pero debo ir a la biblioteca por un libro muy importante —aseguró el castaño.

—Estaríamos llegando por tu libro si no estuvieras reclamándome ahora mismo —dijo con gracia el pelinegro.

—¡Ya vámonos! —dijo JungKook y tomó la mano del mayor para salir de la pequeña casa que compartían.

Ambos se encaminaron hacia la universidad.

SeokJin tenía 24 años para su desgracia, estudiaba filosofía y letras, y con mucha suerte estaba en su último año... y era un omega.

—¡Hey! Ya llegamos, deja de divagar en tu mente, por favor —pidió JungKook al notar a su amigo distraído.

—Muy bien —asintió el pelinegro.

JungKook volvió a tomar la mano de su mayor y entraron a la biblioteca de la universidad, se detuvieron y JungKook buscó a alguien con la mirada hasta que encontró a quien buscaba, sonrió, soltó al omega pelinegro y caminó hacia un chico que estaba en una de las tantas mesas de la biblioteca, un omega.

El omega de hebras azuladas le sonrió y le entregó un libro al de ojos marrones, SeokJin por un momento creyó que sería todo y podrían irse a su clase, pero el muy maldito se había puesto a platicar de lo más feliz con el chico.

Ah~ ese maldito.

Pensó, se alejó y caminó por los pasillos de la biblioteca con aburrimiento, también quería encontrar un libro en lo que JungKook platicaba con su amigo, pero no había nada interesante.

El omega soltó un suspiro.

—Lo odio —murmuró.

Cerró los ojos y los volvió a abrir, decidió regresar, pero se le ocurrió regresar de espaldas y observar el estante más alto de los libros, preguntándose cuántos libros habrían en la biblioteca, después regresaría para pedir uno.

Soltó otro suspiro y fue hacia la mesa donde se encontraba su amigo castaño.

¡Sigue platicando con el omega!

SeokJin no quería, pero tenía que interrumpir, sino realmente se les haría tarde para su clase.

Se acercó a la mesa cautelosamente y con un poco de vergüenza por interrumpir la burbuja que tenían esos dos, habló.

—Ahm JungKook —llamó en un susurro—. Hay que irnos, se nos hace tarde.

—¡Oh cierto! —le sonrió— Lo siento, hablamos después, TaeHyung —esta vez le dijo al omega de cabello azul, quien asintió con una enorme y muy brillante sonrisa.

—Vamos —dijo y lo tomó del brazo para irse.

Una vez fuera de la biblioteca JungKook se hizo escuchar.

—Ah, ¿Por qué te comportas tan tímido? —empezó a molestar— Conmigo eres de lo peor, pero con otros eres una bolita de timidez.

—Ya cállate —ordenó—, ¿sabes que es una biblioteca y que no debes alzar la voz?

I Wish His Love [NamJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora