Enemigo

4. Burla

Cerro los ojos tratando de concentrarse y aplacar su deseo por arrancar la máscara de su rostro y dejarse llevar por su deseo de reclamar al omega como suyo, que importaba si aquello no era un vínculo voluntario, desde hacía años atrás que algo como el consentimiento había dejado de tener relevancia, si fuese un alfa imbécil que dejaba que su pene pensara por él, no se mantendría conteniéndose ni le importaría en lo más mínimo cuidar de la persona que se aferraba a él, llorando y balbuceando incoherencias.

El interior de Matt era húmedo y anormalmente cálido (su cuerpo estaba ardiendo en realidad), su pene se deslizaba tan fácil y profundamente que resultaba difícil continuar manteniendo la cordura en aquellas circunstancias, pero no se había mantenido con vida tantos años dejándose llevar por sus impulsos, había aprendido a mantener los pies siempre firmes sobre la tierra y dejar que fuera su mente y no su pasión lo que le guiara, demasiadas personas dependían de que aquello fuera de esa manera.

Su mano se deslizo por el muslo de Matt levantando su pierna a la altura de su cadera, apretando su muslo dejando que sus uñas se clavaran en su lacerada piel hasta arañarla y marcarla como suya mientras profundizaba su estocada, su aliento contra su cuello y el placentero gemido que escapo de los boca de Matt provoco que su piel se erizara y sintiera su cuerpo ser recorrido por una corriente eléctrica, quería pensar que aquello era deseado por ambos, no lo era y tampoco se engañaría pensando lo contrario, tampoco se mentiría a si mismo creyendo que algo cambiaría entre ellos, sus lealtades estaban bien definidas y sabía que ninguno traicionaría a los suyos, además, si Matt no lo odiaba hasta el momento, en definitiva, terminaría haciéndolo, bien, él podría vivir con eso si salvaba su vida al menos por esta ocasión.

—¿Estas bien? —la pregunta era estúpida, realmente ridícula, no había forma alguna en que Matt estuviera bien con aquello, pero debía preguntar, aunque solo fuera para disminuir su culpa por todo eso.

—¿Quieres burlarte?

—¿Te parece que quiero hacerlo?

La respuesta era una obvia negativa, incluso a pesar de todo lo que había sucedido y lo mucho que habían cambiado, Edd continuaba siendo Edd, si no fuera así, ¿por qué se estaría molestando en tratar de reconfortarlo? Podría simplemente hacer lo que quisiera con su cuerpo y no se opondría a ello, pero al igual que antes se encontraba intentando ser gentil, esperando que diera su aprobación a cada una de sus acciones y deteniéndose cada que parecía que algo lo lastimaba, dolía, no era un dolor físico que simplemente pudiera ignorar como usualmente lo haría, se aferró al cuello de Edd dejando su rostro oculto contra su hombro, había olvidado lo reconfortante que siempre había sido su aroma, si hubiera podido, habría mantenido consigo al menos una pieza de su ropa.

Por unos momentos quiso imaginar que todo estaba bien, que las cosas eran como en el pasado y que al terminar ambos podrían ser felices juntos y nada los lastimaría de ahora en adelante, esa era una bonita y reconfortante mentira a la cual podía aferrarse, al menos hasta que todo terminara, luego de eso, todo volvería a ser como antes.

—¿Puedes moverte?

Los ojos de Edd se abrieron con incredulidad ante lo inesperado de la petición, aunque tampoco era como si fuese a hacer preguntas, había ansiado por la más mínima confirmación de que Matt estaba bien con aquello que ahora no continuaría conteniéndose como antes.

Empujo a Matt contra la pared, estaban tan cerca que era capaz de sentir el acelerado ritmo de su corazón golpeando contra su pecho, no le fue difícil levantarlo y dejar que se aferrara a su cintura con sus piernas dejándolo atrapado entre ellas, aquella posición lo dejo ir tan profundo que Matt no pudo contenerse más y emitió un sonoro gemido complacido al sentir su interior completamente lleno, la máscara que cubría la mitad de su rostro oculto su codiciosa sonrisa, ansiaba escuchar más sonidos como aquellos.