Capítulo 10

1K 92 38
                                    

                              ❤

Un mes después, TaeHyung estaba sentado sobre la cama de JungKook viendo como este se ejercitaba. Habían llegado de los ensayos hace unos veinte minutos, él no daba más, sentía que moriría si hacia cualquier tipo de esfuerzo físico.

Por otro lado, parecía que JungKook aún tenia bastante energía que quemar. El menor dijo que no quería ir al gimnasio porque su entrenador no estaba disponible ese día, por lo que simplemente estaba haciendo una pequeña rutina no muy difícil ni agotadora.

Según él, por supuesto, porque la rutina a sus ojos se veía realmente agotadora, aún más con el cansancio que tenia.

Tienen concierto dentro de poco, ya habían terminado de gravar las canciones y ahora solo les quedaba perfeccionar los pasos del baile y su coreografo los estaba matando.

Veía como JungKook hacia las planchas, los músculos de sus brazos resaltaban al flexionarlos, miró desde su omoplatos hasta su trasero, que también se mostraba duro. Debía admitir que se veía bastante atractivo, el cierto brillo que provocaba las luces del techo sobre su húmeda piel debido al sudor, lo hacia ver increíblemente sexy.

Su cabello (también húmedo) cubría levemente su rostro, pero esto solo provocaba que se fijara más en su definida mandíbula, que se mantenía levemente apretada debido al esfuerzo. Suspiro, se preguntaba por qué JungKook tuvo que hacer ejerció sin camiseta, luciendo sus firmes y definidos músculos a todo el que entrara a su habitación y mirara.

Casi parecía que cada movimiento se hacia con sumo cuidado, asegurándose de que sus músculos resultarán lo más posible, como si estuviera dando un espectáculo en el que trataba de impresionar a alguna chica o algo así. Unos aplausos llamaron su atención, por lo que desvío su (intensa) mirada del menor y la fijo en Tata, quien era que provocaba el ruido.

Sonrió con ternura cuando vio lo fascinado que su guardián parecía ante las demostraciones de fuerza que Cooky hacia. El pequeño conejito comenzó a ejercitarse al mismo tiempo que JungKook, hace unos veinte minutos y había demostrado su agilidad e increíble resistencia, luciendo sus leves músculo para su novio.

TaeHyung parpadeo ante esto, no siendo hasta entonces que cayó en cuenta, miró a JungKook quien ahora hacia algunas sentadillas y... comenzó a reírse a carcajadas.

— ¡No puede ser!—. Grito en medio de sus risas.— No me lo creo, no me lo creo.— Repitió una y otra vez.

JungKook estaba haciendo todo ese espectáculo para él, intentaba sorprenderlo o algo así, no estaba seguro de que quería lograr, pero se le pareció realmente tierno de su parte. El maknae se había estado portando algo raro el último mes, con su constante tira y afloja.

Desde que habían tenido su conversación hace un mes y algo se había alejado un poco, no demasiado por supuesto; porque solía abordarlo de un momento a otro para estrujarlo entre sus brazos y besarle como si fuera la última vez que lo haría. Nunca lo era por supuesto, porque solía hacerlo en los momentos mas imprevistos.

— ¿Qué es tan gracioso?—. La voz de JungKook cortó su risa.

TaeHyung le miró y negó con la cabeza, sonriendo risueño para él.

— Nada, nada.— Contesto.— ¿Ya terminaste?—. Preguntó en cambio.

— Sí, terminé recién.— Asintió.— Iré a tomar un baño, vigilalos.— Apunto a su guardianes con el mentón.

— Espera, espera, me bañare también.— Cooky dijo y dándole un beso en la mejilla a Tata salió tras JungKook con su celular en mano.

— TaeTae,— Tata le llamó y TaeHyung se giró a mirarlo, viendo como este ahora estaba del tamaño de un niño de unos cuatro años.— tengo hambre.

Invasión BT21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora