Capítulo 6

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JungKook salió del baño hacia su habitación, recogió su celular de su escritorio y se hecho encima de su cama, abrió su cuenta  de Twitter (la personal, esa de la que ARMY no sabe) y se puso a ver las nuevas tendencias.

Luego de un rato, entro a Instagram y miro las fotos de sus conocidos y demás. Cuando se canso de esto alrededor de una hora después puso su celular en su escritorio y se acomodo para dormir.

Se puso de costado y cerró los ojos pensando en mil y una cosas, esperando que el sueño terminara de llegar a el. Estaba casi totalmente dormido cuando sintió que algo picaba su mejilla. Hizo una mueca y espanto la cosa con su mano, pero esta siguió picándome, por lo que abrió los ojos.

—¡¿Pero que...?!—. Se echo hacia atrás  sobresaltado cuando se encontró con unos ojos que le miraban, no fue hasta varios segundos después que se percató de que no era mas que Cooky.— ¿Qué pasó? Creí que dormirías con TaeHyung y Tata, hoy.

— Se lo que estas haciendo.— El conejito le miró con una mueca amenazadora.

—¿De que estas hablando?—. JungKook miro al pequeño conejo rosa como si estuviera comenzando a perder sus hilos.

— Sabes bien de lo que hablo, se lo que haces y quiero que pares ya.

—Y ¿Qué se supone que estoy haciendo?—. JungKook apoyo la cabeza en la palma de su mano y miro al conejito con una mueca divertida.

—Estas metiéndote con TaeHyung, soy tu guardián ¿Recuerdas? Yo se todo sobre tí ¿Crees que no sé que andas besuqueandolo por todos lados?

JungKook frunció el ceño ante la mueca de disgusto que hizo su guardián ¿Acaso era eso malo? Primero quiere que se acerque y ahora que se aleje, definitivamente el pequeño conejo tiene un par de hilos sueltos.

—Creo recordar que fuiste tú quien dijo que lo hiciera, no entiendo por qué te molesta ahora.— JungKook le arqueo una ceja.

— Pero no de la forma en que lo haces, no lo dije para eso.— El conejo gruño mientras pisoteaba el colchón y apretaba los puños.

—¿La forma en que lo hago? Pero de qué vas ¿Qué se supone que estoy haciendo mal?—. JungKook se enderezó hasta sentarse en forma de indio sobre la cama.

Cooky sacó su celular y tecleo unas cosas, luego estiró su mano y lo puso frente a él, donde una luz le recorrió de arriba hacia abajo y segundos después este adquirió el tamaño de un niño de alrededor de un año.

JungKook parpadeo sorprendido por todo aquello, estuvo apunto de abrir la boca para preguntarle sobre ello, pero Cooky no le dió la oportunidad; ya que inmediatamente comenzó a reprocharle.

—No quiero que te acerques a él con pensamientos lujuriosos.— Amenazó, JungKook abrió sus ojos como platos y boqueo sorprendido.— He visto como lo miras, se lo que piensas, las cosas que deseas.

JungKook apretó los labios y frunció el ceño.

—¿Qué tiene eso de malo? ¿No querías que me acercara a él de una forma mas íntima? Pues lo estoy haciendo. No entiendo tu molestia.— Le enfrento.

—Pero no de esa forma, no es la manera correcta de hacer las cosas. No te acerques a él solo por lujuria.— Cooky negó con la cabeza y le miró altanero, su mentón alzado en desafío.

JungKook bufó y rodó los ojos, estúpido conejo loco.

—No sé de que te preocupas, así es como fluyen las cosas ¿Sabes? Cuando las personas nos sentimos atraídas a alguien, lo primero que miramos es el físico, alguna parte del cuerpo por la que tienes inclinación.— Explico pausadamente.— Esto desata inmediatamente la lujuria, porque cuando encuentras algo que te gusta de ella, te sientes atraído sexualmente debido a esto; aunque quizás no lo aceptes inmediatamente.

Invasión BT21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora