Potter, eres un idiota.

14. No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho

Lily se negó a escuchar las explicaciones que James y Cassie tenían preparadas, después de encontrarlos, tuvo que decirle a la profesora de astronomía que se sentía mal y con esa excusa se fue de la clase.
Por suerte las vacaciones de Navidad llegaron y Lily, que estaba pensando quedarse a pasar las fiestas con sus amigos, decidió al final, irse a casa con su madre; ya que su papá había fallecido cuando tenía ocho. Esa tarde platicaba felizmente con su melliza rubia.

-Entonces, ¿estás diciéndome que el idiota te ha besado y luego besa a tu mejor amiga? -exclamó Ashley muy sorprendida, con los ojos verdes abiertos de par en par.

-Suena peor cuando lo dices así -se apenó Lily, le dolió que su mejor amiga hiciera eso.

-De todos modos, deberías dejar que ese mentecato te explique -aconsejó su hermana, echando hacia atrás su cabello.-según todo lo que me contaste, me parece que le gustas a él.

-Tal vez pueda intentar eso -se encogió de hombros y suspiró.-en fin, ¿cómo vas tú con Jason Grey?-preguntó con interés la pelirroja a la rubia.

-¡Todo va perfecto, llevamos 14 meses! -contestó súper entusiasmada su hermana.

-Quisiera tener una vida como la tuya, Ash -admitió Lily.

-¿Bromeas? ¡Lilianne, yo siempre quise ser bruja como tú! Al menos desde que se que la magia existe.

-No-me-llames-Lilianne -amenazó Lily a su hermana, siempre había odiado que la llamen así.-y ser bruja puede ser bueno pero complicado.

-Como tú digas pequeña -dijo Ashley mientras le despeinaba el cabello con la mano.

-¡Sólo por cinco segundos! -gritó Lily y le sacó la lengua, acto que su hermana copió, la extrañó mucho.

* * *
Lily se despertó muy temprano por el sonido de unas lechuzas en la ventana, eran dos, y Lily sabía de quién. Abrió el primer paquete que era de Cassandra Hamilton, tenía una carta.

Lily:

Por Merlín en serio, no sabes cuánto lamento lo que sucedió, eres mi mejor amiga y jamás me gustaría lastimarte de ningún modo. Feliz Navidad y espero que me perdones por lo que hice, James no tiene la culpa Lily, yo lo besé, discúlpame.

Cassie.

Abrió el pequeño paquete dejando de lado la carta y vio que dentro había un bonito separador azul celeste, el color favorito de Lily, era muy lindo; tenía muchas nubes en colores pastel y decía: "No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho" ¿indirecta, dónde?

El segundo era de James Potter, también tenía una carta que leyó rápidamente.

Amada Lily:

Por todos los unicornios, Lilianne, perdóname por favor. Jamás fue mi intención y te lo digo en serio, yo no quería besarla, ella lo hizo. No quería decirte nada o al menos no de ésta manera, Lily, pero estoy seguro de que en mi mente sólo estás tú. Perdóname por lo que, a mi parecer, no tuve la culpa.

Te extraña y necesita
James Potter.

En el paquete había un marco mágico con muchas fotos de ellos, desde el quinto año hasta ahora en el séptimo. En todas miraban a la cámara y sonreían pero, una llamó más la atención de Lily, ella miraba al frente sonriendo y él la miraba a ella con una gran sonrisa en el rostro. Lily sonrió y después continuó la secuencia a la más reciente, donde estaban besándose en la sala común, con la bebé en medio y en verdad parecían padres, «fue la mejor foto» pensó.

Todo el día cantaron villancicos y comieron pavo y pastel, Ashley invitó a Jason a cenar con la familia y al fin Lily lo conoció. Tenía el cabello color café claro y los ojos de color azul muy claro pero tenía como "manchitas" verdes en ellos, su piel era clara y era muy divertido; le gustaba para su hermana.

Enero llegó demasiado rápido con sus lluvias torrenciales, al menos el frío ya se había ido y los alumnos de Hogwarts debían volver al castillo.
Lily logró conseguir el más alejado compartimiento para que Cassandra y James no la encontraran, por suerte no tuvo ningún inconveniente con eso y estuvo tranquila todo el camino a Hogwarts.
Al bajar del tren escarlata en la estación de Hogsmeade, camino por el sendero hacia los carruajes, subió a uno sin dificultad y dentro de un rato avanzó, en minutos Lily presenció mucho más de cerca Hogwarts y el carruaje que avanzaba solo se detuvo. Entró por las verjas de hierro flanqueadas por columnas de piedra coronada con estatuillas de cerdos alados y caminó por el extenso jardín, al menos hasta que alguien la jaló y cubrió con una capa, que reconoció enseguida. Era la capa de invisibilidad de James y era el mismo el que la jaló y ahora la llevaba a algún lugar sin su consentimiento, reconocería su aroma de menta y cedro donde sea y cuando sea.

-¿Me harías el favor de dejarme ir? -preguntó con desesperación.

-No lo creo, estás secuestrada hasta que me escuches -dijo James fingiendo una voz mucho más grave que la suya.

Se detuvo en una banca roja que estaba cercana al lago negro, nada los cubría y la única luz era la que llegaba de aquel bello y azul cielo estrellado, James hizo que Lily se sentara y ésta se cruzó de brazos y volteó al lado contrario la cara.

-¿Vas a escucharme? -preguntó el azabache luego de suspirar frustrado.

-No quiero.

-Vamos, no seas irracional, Lily.

-Yo no soy un número, Potter -contestó Lily sin ceder aún.-¿ya me puedo ir?

-No. Me vas a escuchar -decidió el muchacho.-te quiero demasiado Lily, lo suficiente para disculparme las veces que sean necesarias para que me perdones, porque sé que tú eres la persona más orgullosa, necia, a veces egoísta, vanidosa, superfi...

-Ve al grano, Potter, ya entendí -interrumpió Lily, volteando al fin a verlo.

-Bueno, a pesar de esos defectos tienes otro montón de virtudes y esas son las que me hicieron quererte de esta forma tan poco racional, eres, sin duda, la chica que podría esperar de pie todos los días. Te am...

Lily lo volvió a interrumpir, puso la mano en su mejilla y lo acercó a ella, uniendo sus labios en un cálido beso, pronto sintieron el goteo de una fuerte lluvia caer sobre de ellos; pero no les importó, lo único que querían era transmitirse el amor que siempre se sintieron.

-También te amo James -le susurró a escasos centímetros de su rostro.