Capítulo 2

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"Sí, la realidad es que... Hay tres grandes amores en mi vida, dos de ellos son la libertad y la música, el tercero es la persona quien me los regaló."

 —Eren Jaeger

Mikasa asintió, sin embargo Eren de un momento a otro negó con la cabeza y le pasó el espejo a su amiga para luego soltar una pequeña risa. Cosa que dejó a la Ackerman con un gran gesto de confusión.

— Es broma, Mikasa. No me gustan los hombres. —Musitó al instante en que comenzaba a caminar. La chica comenzó a avanzar luego de que vio que su amigo iba un par de pasos más delante de ella.

— ¿Estás... Estás realmente seguro? Quiero decir, es extraño la forma en que se tratan y... —El aludido hizo caso omiso a sus palabras y siguió con su camino, sin embargo Mikasa no se iba a dar por vencida ahí—. Tú tienes un extraño brillo en tus ojos, es la primera vez en mucho tiempo que te veo verdaderamente feliz.

— No sé de qué hablas. —Y siguió moviendo un pie tras otro sin prestarle atención a su mejor amiga.

— Él es muy especial para ti, más de lo que lo es para mí —Una vez más, no hizo caso. La chica frunció el ceño, sabía que Eren era muy terco y que no declinaría fácilmente, pero no perdía nada con intentarlo, solo... Solo quería confirmar si es que eran ciertas sus sospechas y si tenía que presionar a Eren para sacarse ese mal sentimiento del pecho lo haría—. Lo he notado, él es el que ha evitado que caigas en la depresión, he visto que has pasado semanas sin querer alimentarte bien, muchas veces faltas a clases, casi siempre te veo perdido, pensando en otras cosas, sin ninguna expresión en tu rostro, de vez en cuando solo emanas tristeza y... Días después, luego de una sola llamada de Armin, te recompones.

— En serio Mikasa, le estás dando muchas vueltas a eso. No me gusta Armin, no de forma romántica. Es mi mejor amigo, lo trato como tal y le tengo el mismo cariño que te tengo a ti.

Aquello de alguna forma logró calmar su corazón, esperaba que no estuviera mintiendo o que esas palabras fueran algo para convencerla. El hecho de que le dijera que los quería a Armin y a ella en la misma manera lograba apaciguarla, porque así no se sentía dejada de lado, no se sentía como una tercera rueda.

De igual forma... Quería terminar de confirmarlo.

— Pero, no me vas a negar que es Armin al único al que has recurrido cuando tienes un problema. Cuando huiste de casa, cuando tus padres comenzaron con sus peleas.

— Mikasa —El chico se detuvo y le miró con molestia, odiaba que mencionaran sus problemas familiares que le tenían tan jodido mentalmente, sin embargo parecía que su amiga no era consciente de ello—. No me gusta Armin y punto. No estés buscando algo que no existe.

La pelinegra soltó un suspiro al ver que había hecho enojar a su amigo. Prefirió callarse en esta ocasión, ya se encontraban enfrente de su casa y no quería generar una pelea entre ellos delante de su hogar, sus padres podrían salir y sería incómodo para ambos que los vieran discutiendo por una tontería como lo eran los posibles sentimientos de Eren por Armin.

— La discusión no acabó aquí —Musitó para luego sacar las llaves de su casa—. Nos vemos mañana en el parque, no vayas a llegar tarde.

— No lo haré. Nos vemos Mikasa —Asintió y comenzó a caminar al porche de su vivienda. Eren al ver que ya había entrado a su hogar, sana y salva, se volteó y se dirigió a su propia casa, el lugar donde vivía no se encontraba muy lejos de la morada de su amiga, estaba un par de casas al lado de la suya, así que en un par de minutos ya tenía delante de él, aquel patio que veía todos los días por las mañanas antes de dirigirse a clases.

204 [Eremin] [SNK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora