El muchacho de ojos claros mira al pecho de Harry. Un linea de un liquido rojo recorría desde las costillas inferior izquierda hasta su hombro derecho. Su remera estaba tajada en la misma direccion. Sus ojos asustados y al borde el precipicio intuían a Zayn que algo terrible había pasado. Pero no encontraba explicación alguna.
-Él -dijo Zayn apuntando al chico en el suelo- ¿él te hizo eso? -Miró a los ojos de Harry con desesperación y con muchas dudas encima. Tantas eran, que hacían que al morocho se le mezclaran, creando diferentes hipótesis, pero ninguna llegaba a nada. Salvo la que más sentía. ¿Harry habría sido capaz de hacer algo así?
-Tal vez, no lo sé. -Dijo Harry confundido.
-¿Cómo que "tal vez"? ¡Dime qué le has hecho, maldita sea!
-Yo no le hecho nada, simplemente... Ese muchacho... -dijo pensativo Harry, como si a alguna conclusión hubiera llegado.
-¿Quién? ¿Qué muchacho? -Los ojos de Zayn volvieron la mirada a aquel chico de cabello castaño en el suelo. Miro a Harry otra vez y se dio cuenta de algo. Giro la mirada otra vez y vio en el cuello del chico "cara de ángel" un pequeño dardo metálico. Zayn lo quitó y lo examinó. Tenía grabado en él un símbolo que jamás había visto antes. Lo giro con sus dos dedos. El dibujo de color morado de una gota, puso a Zayn -otra vez- con los ojos como dos platos de cerámica, de esos que tiene todas las abuelas en sus casas sobre sus muebles, por pura "decoración" para no decir otra cosa. De en serio abuelas, esos platos son horribles, a que no saben las pesadillas que han causado a sus nietos. Sigamos.
-¡Veneno! -gritó alertado Zayn, llamando la atención de Harry, quien muy pensativo se encontraba. Este se acercó con gran rapidez a un lado del cuerpo tirado y ambos tiraron de los brazos, colocándolos sobre sus nucas y hombros.
-¿Tienes crédito en tu celular?-preguntó Harry.
-No, llama a un taxi o algo. Tenemos que salir de acá sin que nos vea nadie. O nos inculparan por esto.
-Bueno, guarda el dardo. Así nos pueden decir si hay cura contra eso.
-Dale. -Zayn tomó el dardo en el suelo y lo guardó en su bolsillo. Corrieron sigilosamente por el pasillo hasta la entrada principal del colegio. Zayn sacó su teléfono y marcó el primer numero de un taxi que vio en su lista de contactos. Menos mal que agendó el número de teléfono del taxista pesado y charlatán amigo de su abuela. "¡GRACIAS SEÑOR CHARLATÁN! Te odio pero me vienes de mucha ayuda" pensó Zayn para sí.
Esperaron detrás de la puerta para que nadie los viera, cuando de repente llega un auto negro. Ellos avanzaron de prisa hacia aquel auto, pero cuando bajaron la ventanilla del conductor no vieron al viejo gordo y charlatán que esperaban ver. No. En cambio a eso, se encontraron con la viva imagen de un viejo mayor y delgado, con bigote blanco, y un sombrero de... ¿de chofer? Sí, así era. El misterioso chofer bajó del auto y un muchacho con capucha se acercó hacia él. El hombre lo saludo con cortesía, el sujeto extraño ni lo registró. El anciano abre la puerta trasera del auto para dejar paso al extraño sujeto. Cierra la puerta y acelera. Harry y Zayn se miraron entre sí, preguntándose seguramente lo mismo. ¿Quien mierda era ese? Pero le quitaron importancia enseguida cuando escuchan una puerta cerrarse.
-¿Sr. Malik? ¿Sr. Styles? -preguntó una señora con una cabellera plateada y saco del mismo color sobre sí- ¿Puedo saber que andan haciendo por aquí?
-Yo, eh, nosotros, bueno este... como sabe-dijo Zayn mirando a Harry desesperado buscando alguna brillante razón para explicar esta misteriosa situación, que no todos los días se ve.
-Lo único que sé Sr. Malik es que usted debería estar ahora mismo en clase, al igual que usted Sr. Styles. Lo que no me explico es porque ambos cargan a este... ¿cómo es su nombre? -Le preguntó a ambos.
-Se-se-llama-ehh-se llama... -Zayn seguía con su estúpido tartamudeo. Estúpido nerviosismo.
-¡Oh, claro! Pero si es el mismísimo Liam Payne, creí que me había olvidado. -Dijo sonriendo la mujer. Y como olvidarlo, si es la directora del colegio. Ademas que tiene un amplio y basto conocimiento sobre la memoria. Hasta ha escrito un libro sobre eso, pero no nos ahondaremos en el tema.
-Nuestro amigo se durmió en clases, y la madre y la profesora nos dieron permiso de llevarlo a su casa, Señora directora. -dijo Harry de manera seca y confiada. Zayn lo miró impresionado.
-Sí, sí. Eso mismo. -dijo el nervioso Malik -De hecho ahora mismo viene un taxi para... -Una ruidosa bocina suena de trasfondo, salvando así a nuestros queridos héroes.
-Adiós. -Dijeron al unísono.
-¡Espere, Señor Malik! -pero ya era tarde el taxi ya había arrancado. La directora suspiró - Bueno, supongo que es hora de mi conferencia -su reloj suena una alarma- ¡Oh, ahí está! -Y así, se acomodo el saco, se ató el pelo, y caminó confiada por el pasillo hasta doblar en dirección al baño. Cuando de repente un grito muy agudo se escucha de fondo.
-¡Conserje! -la pobre señora se había resbalado, por el piso inundado del corredor.
-Y eso es todo por hoy jovencito, ya debes de descansar -el hombre se levantó, le dio un beso en la frente a Tommy, y cuando estaba por llegar a la puerta su hijo le dice:
-¡Pero Papi, no me has contado toda la historia! Yo quiero escucharla completita, completita.
-Créeme hijo, si quisieras escuchar toda la historia, no te alcanzaría la noche entera -se sentó de nuevo y acarició la suave cara del pequeño. Los ojos del niño se agrandaron como dos perlas brillantes y su labio inferior se curva hacia abajo. Cómo decirle que no a ese pequeño ángel. Pues parecía que sí. Y pudo. La sonrisa de su padre desapareció, como cual nieve llegando a los templados dias de la primavera, y se acercó al oído de su hijo.
-Colorín colorado, este cuanto ha terminado. Colorín colorete, te vas a dormir cueste lo que cueste -tomó la taza que su hijo había dejado en la mesa de luz y se la dio. El niño enojado lo tomó y sus ojos se empezaron a cerrar poquito a poco, y respirando cada vez más lento. Hasta que se quedó dormido cual tronco en el bosque. Le acomodó la cabeza, le acomodo la almohada, lo tapó y lo besó nuevamente en la frente.
-Dulces sueños -prendió el velador, se paró, caminó hacia la puerta muy tranquilamente. Apagó la luz de la habitación. Su sonrisa volvió a aparecer, iluminada con la tenue luz del pasillo de la casa. Y camino hacia el lado oscuro de la habitación, chiflando y tarareando una canción.
Una alegre canción.
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Ziam Palik - La Sonrisa
FanfictionNovela sin descripción debido a que todavia no se me ocurre nada qué poner :v -El Autor.