Yo Confió

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Los chicos estaban atónitos al saber que fueron elegidos para proteger el mundo, Mala convirtió los cristales en collares, así les sería más cómodo y discreto, pero de repente la fuente disparo un chorro de agua hacia arriba

Hipo: que pasa?

Mala (mirando la fuente): hay problemas en la ciudad, deben ir toquen sus cristales y regresarán a la ciudad

Los chicos obedecieron y aparecieron afuera de la universidad

Astrid: no parece haber nada malo

De repente varios de monstruos pequeños aparecieron, eran un poco más grandes que una persona promedio, pero estos tenían la apariencia de un reptil humanoide con una larga cola que estaba en llamas

Patán: chicos?

Patapez (nervioso): bueno 2 opciones, o nos rendimos y nos matan

Tacio (sorriendo): o peleamos

Astrid (decidía): peleamos

Los chicos se lanzaron contra los monstruos pero obviamente recibieron una paliza, esas criaturas les lanzaron golpes y les arrojaban bolas de fuego de sus colas, los chicos estaban en desventaja y estaban siendo aplastados mientras que Hipo estaba completamente paralizado y tenía una mirada de terror en su rostro, se notaba que tenía miedo, el nunca había sido un chico asustadizo pero por alguna razón esas cosas lo aterraban al punto de que no podía moverse, de repente todos escucharon la voz de Mala en sus cristales

Mala: chicos, no lo olviden, para usar el poder de los dragones lo más importante es confiar en los dragones

Unos monstruos lanzaron a Patapez contra un basurero, el aterrado trató de ponerse de pie para escapar pero fue acorralado

Patapez (asustado): que dijo ella?, para usar el poder de los dragones hay que confiar?, pues confió, confió en los dragones

De repente salieron bombas de lava de las manos de Patapez golpeando a varios monstruos, esto lo dejo completamente asombrado al punto de que su sonrisa pondría celoso al mismísimo Guazon

Patapez (asombrado): funcionó, chicos tienen que confiar, el poder de los dragones funciona de verdad

Astrid: yo si confió, yo confió en los dragones

De repente de los brazos de Astrid salieron disparadas espinas que quedaron enterradas en el pecho de tres de esos monstruos

Gemelos: confiamos en los dragones

De las manos de Brutilda salió un gas verde que explotó cuando Brutacio chasqueo los dedos

Patán: confió en los dragones, confío en los dragones

De repente Patán se prendió el llamas eliminando al monstruo que lo tenía sujeto por el cuello

Mientras que los chicos aplastaban a los monstruos uno se disponía a atacar a Hipo que seguía paralizado del miedo, en eso Astrid lanzó espinas que quedaron enterradas en el pecho del monstruo

Astrid: estas bien?

Hipo (avergonzado): si, eso creo

De repente una luz blanca los rodeo a todos y aparecieron de vuelta en el santuario

Mala: vaya, me sorprenden, realmente son los elegidos, lograron vencer a los Voladores, listos para emprender este camino?

Astrid: claro que si

Gemelos: no podemos esperar

Patán: ya quiero patear traseros

Patapez: no soy así pero me quedo con mis amigos

Hipo: yo no puedo, lo siento, me retiro

Mala: estas seguro de tu decisión?

Hipo: todos vieron lo que pasó Mala, ni siquiera pude moverme, esto de pelear y usar poderes de dragón no es lo mio

Hipo se quita el cristal y se lo devuelve a Mala quien lo miraba con una expresión triste

Patapez (preocupado): Hipo

Astrid: no te vallas, la pandilla no será la misma sin ti

Hipo: no puedo, es obvio Astrid, no soy yo, ese cristal está equivocado, no soy la persona que buscan

Mala: el está asustado, es comprensible, te enviare de regreso a la ciudad

Hipo: gracias

Mala tocó a Hipo con el cristal del Furia Nocturna enviándolo de regreso a la ciudad dejando a los chicos con ella muy decepcionados y tristes por que su amigo no podría estar con ellos en esa aventura

Patán: nunca pensé que fuera un cobarde

Astrid (enojada): Hipo no es un cobarde, solo no quiso dejarte en ridículo

De repente la fuente volvió a disparar un chorro de agua y Mala se acerco a ver que pasaba

Mala: chicos los Voladores volvieron

Los chicos tocaron sus cristales y una luz del color de su cristal los envolvió apareciendo en la ciudad, de repente una de la nada aparecieron dos hombres con una armaduras negras uno armado con un hacha y el otro con una espada

Hombre 1: podrán derrotan a nuestros voladores pero no podrán contra nosotros

Esos hombres levantaron sus armas y una llamarada salio de estas golpeando con fuerza a los chicos

Hombre 2: ha llegado el fin para ustedes

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