Capítulo 1: El inicio de una locura

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Como siempre llegaba la fecha que todos adoran, el fantástico 24 de Diciembre, en otras palabras la víspera de Navidad. Y como cada año, las familias se reúnen para cenar y convivir entre sentimientos de felicidad y alegría, mientras que los niños esperan con ansias la llegada de Santa Claus. Pero no siempre es alegría en estas fechas, o al menos para las personas que no tienen familia y ese es el caso de Jest, un chico el cual desde muy temprana edad quedo huérfano, y fue criado en un orfanato el cual era dirigido por monjas.

Ciertamente como lugar para crecer fue bastante tranquilo para un joven de su edad, pero el sabía dentro de sí que no pertenecía ahí, por lo que al cumplir 14 años escapó de ese lugar; tiempo después tuvo algo de suerte y fue consiguiendo pequeños empleos de medio tiempo, los cuales lo ayudaron a mantenerse. Aún así, para el era triste el no tener una familia o alguien que se preocupara por él o que lo esperará cada noche en casa. Al menos logró conseguir algo de consuelo en sus amigos a los cuales les gustaba practicar el parkour.

Actualmente han pasado 4 años desde que Jest escapó del orfanato, pero ese sentimiento de vacío en estas fechas a sido el mismo, a pesar de tener amigos, pero en esta época del año ellos pasan más tiempo con sus familias y en sus hogares; por lo que él prefería comprar mucha comida todos los 23 de Diciembre para ahorrarse el tener que salir de su pequeño departamento los días siguientes.

Pero este año fue diferente, porque esta vez el no compro nada, solamente escribió una pequeña carta en la cual depositó algo de efectivo para después escribir en el sobre "Para el casero"; enseguida de esto salió de su departamento y también del edificio en el cual vivía, no sin antes ponerse un abrigo y una bufanda para no pasar tanto frío, afuera del edificio vio los buzones de cada departamento por lo que introdujo la carta en el que tenía un número 2, seguido de esto empezó a caminar alejándose del edificio mientras tenían un semblante pensativo.

J: mmm *caminado por la acera, mientras veía las casas decoradas con estrellas y coronas*

Por la mayoría de las ventanas de las casas se podía observar a las familias las cuales cenaban entre risas y alegría sin ninguna preocupación, después de todo era tiempo de celebrar.

J: .... *le hace la parada a un taxi el cual iba pasando para enseguida subirse y cerrar la puerta*

Taxista: ¿A dónde lo llevo?

J: Al centro a la torre Sky, si se apresura le daré 30 dólares

El taxista al escuchar esto aceleró a buena velocidad por las calles, las cuales estaban casi desiertas a excepción de algún que otro auto o incluso algunas pocas personas se apreciaban en las calles llevando bolsas y hablando calidamente con sus acompañantes.

J: *viendo por la ventana del taxi a esas personas y los edificios* "Ya casi" *Se dijo a si mismo pensativo*

Pasados unos minutos el auto fue reduciendo su velocidad para quedar detenido frente a un edificio el cual no es el más alto pero que si tiene un buen número de pisos y que puede imponer por su gran arquitectura y fachada.

Taxista: Muy bien, hemos llegado

J: Gracias *sacó 30 dólares de su billetera y se los da, para después bajar del auto y cerrar la puerta*

Taxista: Gracias a usted y feliz Navidad *dijo con una sonrisa mientras volvía a tomar marcha por las calles las cuales están cubiertas de nieve*

J: Si, feliz Navidad....idiota *dijo para después ver el edifico* No hay vuelta atrás *entonces entró al edifico el cual tiene un pequeño vestíbulo, y se acerco a un elevador para enseguida ingresar a este y presionar el botón con el número 28, el piso más alto del edificio*

La historia navideña jamás contada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora