Play date : Mitsukou

7: Juntos.

—¡Feliz cumpleaños, Kou! —Amane abrazaba al cumpleañero por su espalda, moviéndolo de manera exagerada para molestarlo. — ¡Por fin 15!

Después de un tiempo, por fin llegó el cumpleaños del menor de los Minamoto. Era todo lo que se hablaba en ese momento ya que al parecer tenían intriga sobre el primer y único cumpleaños público de Kou.
Con esto se refieren a que al tener tanto trabajo encima, el pequeño no había obtenido ni un solo cumpleaños como una "gran fiesta", pero esta vez los medios estarían presentes así como también distintas personas adineradas.

Todos recuerdan cuando Minamoto Teru tubo su primera fiesta, fue de todo un escándalo como también una buena publicidad. Teru sabía con exactitud cómo atrapar a las personas con tan solo unas palabras.

Tan sociable y perfecto, a Kou le daba miedo no cumplir esas expectativas.

—Lo estás ahorcando, bobo. — Una voz más femenina y dulce se escuchó atrás de ellos, Aoi sostenía una pequeña bolsa color gris llena de papel decorativo. — Feliz cumpleaños, Kou.

Amane río soltándolo, para que así el mayor pudiera responder a su felicitación. — Muchas gracias, Aoi. —Miro a la chica directamente a los ojos. — Tenía mucho tiempo que no te veía.

Asintió. — Es bueno reencontrarnos, tuve que rogar para que me dejaran venir. —Acomodó algo de cabello detrás de su oreja, se sentía nerviosa. — Podríamos intercambiar números y mantenernos en contacto.

Kou sonrió, dejando que un pequeño y casi visible sonrojo se apoderada de sus mejillas. — Esa es una excelente idea.

—¡Un abrazo para las cámaras!— Los reporteros tenían toda su atención en lo que era esa pequeña pareja, forzándolos a darse un ligero abrazo. (El cual realmente no negaron tanto los involucrados).

Justo en ese momento iba entrando el dichoso prometido del festejado, Mitsuba.
No iba vestido como la gran cosa y tampoco cargaba algún regalo consigo, los medios le seguían con cámaras y le hacían unas cuantas preguntas pero de cualquier manera él solo les ignoraba.

—Ah, mi prometido por fin tiene 15 años. — Mitsuba habló frente a Kou ignorando totalmente a la pequeña Aoi. — Felicidades, supongo.

—¡Muchas gracias, Mitsuba! — Kou le sonrió. — Te presentó a Aoi, es una amiga.

—Mucho gusto, Aoi. — No le tomó mucha importancia, no estaba en ese lugar para socializar o cualquier cosa por el estilo, solo estaba cumpliendo con su compromiso social. —Como sea, solo vine a saludar.

—¿Ya te vas? —

—Si, solo venía a hacer mi aparición pública en tu evento. — Se encogió de hombros restándole importancia. — Nos vemos en un rato.

Kou soltó un suspiro, no le importaba del todo ya su cabeza estaba en otra parte. — Está bien.

Su cabeza estaba en Aoi.

♡

La fiesta había sido un éxito, además de pasar el rato con su mejor amigo que sería Amane y con Aoi, pudo conocer a algunas personas nuevas las cuales probablemente se convertirían en amigos cercanos.

Los medios estaban encantados con todo lo que habían recolectado para la primera plana de sus revistas o periódicos y con esto, también los Minamoto que apenas regresaban de algún viaje de negocios.

Kou estaba acostado en su cama observando la pantalla de su teléfono, aun cuando esta estaba vacía el seguía mirándola.
Hasta que escucho que tocaron su puerta.

—¡Un momento! — Hablo para levantarse y abrirla. — ¿Mitsuba?

—¿Porque preguntas? — Hablo con obviedad y se invitó a si mismo a pasar en el cuarto del menor. —Claramente soy yo.

—¿Escapaste de casa?, ¿Otra vez? — Kou rodó los ojos. — Tu jamás aprendes.

—Déjame en paz o me largaré con tu regalo. — Avanzó hasta el balcón, mirando la redonda y hermosa luna.

—¿Me traes un regalo? — Imitó su acción, solo que Kou no estaba mirando hacia la luna.

—Deja de hacer tantas preguntas. —

Se quedó un inquieto y extraño silencio, era normal que el ambiente entre ellos estuviera callado pero de alguna forma se sentía diferente.
Mitsuba sacó una pequeña caja de su bolsillo y la puso en la barandilla del balcón, insinuando que Kou la tomara.

Y claramente captando su señal, este lo hizo.
Admiro un poco la envoltura, la cual era mala y descuidada.
Juraría que el mismo Mitsuba la había hecho.

Al abrirla, se topó con un pequeño collar con un dije de una luna y un vació extraño.
Era sencillo y a su misma vez precioso. Prefirió no preguntar nada, ya que sabía que aún así no obtendría respuestas.

—Gracias, Mitsuba. —