𝐒𝐇𝐀𝐙𝐀𝐌!↬en donde Billy Batson cambia la vida de su familia de acogida al convertirse en un superhéroe.
Gigi Anderson tenía una vida normal con la familia Vásquez, todo hasta que un un nuevo chico llega a la casa de acogida y días después de es...
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━ gigi.
Freddy y yo estábamos siendo sujetados del cuello de nuestras camisetas por un tal hombre que se hacía llamar "Doctor Sivana"; ,el cuál, era el villano que anteriormente había atacado a Billy -lo se, un nombre patético para alguien que se consideraba un villano-. Tenía ganas de preguntarle qué era lo que quería de Batson, pero no tenía las agallas para hacerlo y mucho menos Freddy; el pobre sudaba de los nervios y seguramente rezaba mentalmente para que pudiéramos salvarnos de esta situación. En cambio. Yo solo buscaba alternativas para escapar de la situación, pero todas terminaban con el atrapandonos.
Nos arrastro hacia el pórtico de nuestra casa obligándome a tocar el timbre, algo raro ya que pudo haber roto la puerta de un golpe. Pero era un villano con clase, y lo apreciaba.
Rogaba que no hubiera nadie en casa y todos se hayan ido a cenar a algún lado, pero segundos después Darla abrió la puerta con una de sus grandes sonrisas. Pero esta se borró instantáneamente al vernos.
-¿Chicos? -retrocedió unos pasos alejándose del señor.
-Que lugar acogedor -dijo Sivana al ver nuestra sala, la cual estaba decorada con cosas navideñas-. No, retiro lo dicho, es un agujero -se sacó sus gafas, dejando ver que uno de sus ojos era diferente al del resto, de un color azul que lanzaba un fuerte brillo
Nos ordenó que nos sentáramos , cosa que le obedecimos juntadonos todos en el sofá. Notaba como cada uno de ellos lo observaba con pena, seguramente con las intenciones de que se apiade de nosotros, pero eso jamás sucedía, jamás.
De reojo note que Darla temblaba levemente por el miedo, por lo que delicadamente tome su mano -Estaremos bien -dije cerca de su oído. Ella simplemente me dedicó una sonrisa dulce.
-Llama al superhéroe -le ordenó a Freddy, pero este pareció dudarlo-. Llámalo si no quieres que nada les suceda -acaricio uno de mis mechones.
-Lo haré -tomo su teléfono y marco el número del castaño, esperando a que le responda, cosa que hizo.
