𝐒𝐇𝐀𝐙𝐀𝐌!↬en donde Billy Batson cambia la vida de su familia de acogida al convertirse en un superhéroe.
Gigi Anderson tenía una vida normal con la familia Vásquez, todo hasta que un un nuevo chico llega a la casa de acogida y días después de es...
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━━ gigi.
Shazam, Ciclón Rojo, Mr. Filadelfia —como sea que le digan— era conocido por toda la ciudad, debido a que los vídeos que Freddy subía de Billy (utilizando sus poderes) se volvieron virales; eso era positivo en el sentido de que Filadelfia sabía que había alguien cuidando sus calles, pero el lado negativo era que si un villano veía lo que Billy podía hacer probablemente iría por el. Pero a ninguno del pareció importarle debido a que pensaban que los poderes de Batson superarían a los de cualquier villano.
El video mas viral de todos era uno en el que "Shazam" intentaba saltar un edificio, y por poco lo logra, pero solo alcanzo a llegar a la altura de un octavo piso estrellándose con las ventanas de este. Según Freddy unos cuantos videos más y el superhéroe podía alcanzar la fama mundial, hasta el punto de que Superman pueda conocerlo.
—Telefono cargado, teléfono cargado —repetia el mayor lanzando rayos de su dedo en dirección a celulares, todo con la intención de llenar la batería de estos.
Logo patético para un superhéroe, pero útil para otras personas.
—Al mío porfavor —le dije debido a que solo tenía %6.
—Teléfono cargado —repitio lanzándo otro de sus rayos.
—Deberías tener una frase simbólica para cuando haces ese tipo de cosas —propuso Freddy.
—De echo lo estuve pensando. ¿Que les parece: "Por eso no te metes con la electricidad"? —trato de decirlo con un tono en el que sonara cool. Pero no lo consiguió.
—Las frases no son unos de tus super poderes —murmure con una sonrisa, ganando una mirada fumilante de Batson.
—Teléfono cargado —tiro un rayo al teléfono de un anciano que pasaba enfrente de nosotros, pero en vez de cargar el teléfono hizo que este tomara un cortocircuito.
—¡Oigan! —se quejo.
—Lo siento —me disculpé.
—¿Quieren gaseosas? —nos pregunto el castaño, a lo que nosotros aceptamos.
