I give you all my youth uwu

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Se amaban. Como el Sol amaba a la Luna. Se abrazaban como el mar a la arena. Se comprendían, como las estrellas al universo. Se cuidaban porque eran las piedras preciosas de cada uno, entre si eran sus amuletos, eran sus destinos, sus universos, eran simplemente las cosas más etéreas que tenían entre sí.

No había día en el que Jaemin no quisiera levantarse para hacerle una taza de té a Renjun, o hacerle un café con leche sin demasiada azúcar a Jeno. Nunca se cansaría de ver la hermosa sonrisa de medias lunas que creaban los ojos de Jeno o la sonrisita donde sobre salía un colmillito de Renjun. El solo quería pasar todo lo que le quedaba de su juventud con las personitas que mas amaba en el universo.

Jeno pensaba que no podía ser más afortunado en el mundo. El solo pensar que se pudo haber topado con tantas personas y que muchas pudieron hacerle gran daño le pone enfermo. El pensar que pudo ahogarse en la depresión y no salir de ahí le enfermaba aún más, el pensar que estaba desperdiciando su juventud a pesar de que lo tenía todo le molestaba.

Y Renjun pensaba que no había amor más hermoso que el de ellos tres. Constantemente pensaba en el día en el que se conocieron. Jaemin no se decidía entre leche de vainilla y de chocolate, Renjun pensó que la más rica era la de fresa y le conto al entonces pelinegro que esa podría ser su opción pero el otro se negó, excusándose con que el sabor a fresa sabia a medicina. Tuvieron una pequeña e infantil pelea que derivo a una amistad. Después conocieron a Jeno, ambos iban paseando, con Lila, la pequeña perrita de Jaemin cuando un gato salió corriendo justo frente a ellos y tras él un muchacho mojado y preocupado, lo vieron tan desesperado que decidieron ayudarle.

Ahí fue amor a primera vista para los tres.

Los tres querían verse, salir, pero que no faltara ninguno. Eran los tres o ninguno.

Un día decidieron confesarse y los tres descubrieron que el sentimiento era mutuo, pero estaban indecisos porque una relación poli amorosa no era muy común y siempre podía existir la posibilidad de que dos expresaran más cariño entre sí, dejando de lado a la otra personita.

-Pero ¿y si somos difíciles de encontrar? Seamos diferentes, al diablo la sociedad o el que dirán nuestras familias. Nos amamos, los tres. Sin ninguna condición, sin ninguna duda. –Jeno tomó una mano de Renjun y una mano de Jaemin. –Cuando las luces parpadeen como en una cabina de fotos podremos ver las estrellas explotar en el universo y entonces sabré, que seremos a prueba de fuego. Nada ni nadie podrá separarnos porque nos dedicaremos a hacernos felices siempre, los tres.

-Jeno tiene razón. Huyamos ahora y por toda la eternidad si es necesario. Nos entregaremos nuestra juventud. Nos amaremos por toda nuestra juventud y aún más. Sobrepasando los cielos, más allá de las cascadas siempre nos entregaremos el uno al otro. -Exclamó Jaemin con una pequeña sonrisa en su rostro.

Pero no era así de sencillo.

Renjun tenía miedo, como decían Jaemin y Jeno, ¿entregarse toda su juventud? Los tres tenían diecisiete recién cumplidos, no podían apostar a que estarían juntos toda la vida y mucho menos cuando era tan difícil es ser aceptado en la sociedad en la que vivían.

-Piénsalo Renjun. Cierra tus ojos y escucha. No hay tiempo para hacerse mayores, si queremos hacer algo debe ser ahora, ahora que podemos, ahora que tenemos almas eternas. Dame tu mano. –Renjun tembloroso y con las lágrimas al borde de sus ojos cerrados, extendió su mano. Sintió como Jeno le hizo alzar su meñique y como otros dos meñique se sumaron para después apretarse entre si y formar una pequeña alianza, una promesa. –Por esta vez, déjate llevar. Nosotros dos te sostendremos si es necesario, te defenderemos de lo que sea, te amaremos incondicionalmente pero...

-Déjanos amarte. –Concluyó Jaemin.

Renjun abrió sus ojos y posó su vista en los tres dedos meñiques enlazados entre sí, prometiendo siempre cuidarse.

Con los ojos llorosos y temblando ligeramente dijo: -Mi juventud es de ustedes, podemos huir hoy y por toda la eternidad, ver las estrellas explotar y ser aprueba de fuego. Les confió hoy y siempre mi juventud.

Y fue cuando los más altos se lanzaron en un abrazo cálido sobre el cuerpo más pequeño.

-No te arrepentirás Renjun, te cuidaremos tanto, cruzaremos cielos y nadaremos sobre cascadas pero siempre los tres, amándonos y cruzando nuestros meñiques. –Juró Jaemin.

Si, definitivamente quería entregar toda su juventud, su adultez y su vejez a las dos personitas delantede él, las únicas que cruzaron sus meñiques y lo cuidaron de todos y todo.

"What if we lost our minds?  And when the lights start flashing like a photo booth and the stars exploding, we'll be fireproof?"







One shot inspirado en la canción "Youth" de Troye Sivan.





Espero que les haya gustado. ♡
No me gustó al 100 pero realmente tenía ganas de escribir un Norenmin, igual lo borro después, ah.
Gracias por leer 💖💖💖

Youth ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora