La escuela siempre había sido difícil los primeros días, y Namjoon solía sentirse un poco atormentado por sus pensamientos ansiosos sobre todo lo que podría ir mal, pero con el tiempo logró controlarse.
Cuando era un estudiante de preparatoria soñaba el día en que al fin iniciara la universidad, sin embargo, al estar ahí se sintió preocupado, y algo avergonzado porque parecía estar fuera de lugar.
Aún recuerda el primer día, por fortuna dio con el edificio al primer instante, dentro habían dos asesores que les asignaban su horario y salón de clases.
—Buenos días —saludó—. Kim Namjoon, licenciatura en administración.
—Aula A9 —respondió el asesor con una ligera sonrisa—. Buena suerte. —Le entregó su horario.
—Gracias.
Namjoon apenas estaba por echar un vistazo a la hoja cuando escuchó que alguien le habló.
—¿También vas al A9?
Alzó su vista para encontrarse con un chico de enorme sonrisa y pequeños hoyuelos.
—Ah, sí —dijo sin mucho esfuerzo—. ¿Tú?
El chico asintió. —¿Vamos juntos?
—Claro.
—¿Sabes dónde es? —Namjoon preguntó cuando comenzaban a subir las escaleras junto a un puñado de personas.
—No, pero lo averiguaremos.
Cinco minutos después estaban entrando a su salón de clases, aunque todo fue gracias a que Namjoon al fin se animó a preguntar sobre el paradero de este.
Namjoon creyó que ese chico era más hablador que él mismo, sin embargo después de un rato parecía más tímido y hasta temeroso.
—¿Dónde te sentarás? —murmuró el chico a su lado.
Nam miró a su alrededor, no habían muchas personas aún y las mesas del frente estaban vacías, aquello no era novedad. No obstante, él disfrutaba de sentarse adelante.
—Aquí —dijo yendo hasta la mesa que estaba por la puerta. Tampoco era un idiota. Sabía que sentarse frente a la mesa del profesor era un poco espeluznante.
—¿Puedo...? —El chico de hoyuelos dejó su pregunta al aire. Namjoon se limitó a asentir.
Como parte de su personalidad, Namjoon solía examinar primero a su alrededor cuando se encontraba en una nueva etapa, aún más si estaba solo. No hablaría con nadie los primeros días, quizás la primera semana, para poder observarlos a todos, hasta los profesores. Estaría algo tímido e incluso no llamaría tanto la atención cuando se atreviera a responder alguna pregunta en clase.
Sería como un brote de una flor y con el paso del tiempo iría floreciendo.—Por cierto, me llamo Hoseok, ¿y tú?
—Namjoon.
—Espero que seamos buenos amigos —susurró el chico, quizás creyendo no ser escuchado, pero Namjoon lo hizo, y se sonrojó un poco.
La verdad era que Namjoon también lo deseaba.
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—Entonces, comiencen a formarse en equipos de cuatro —ordenó el profesor.
Namjoon se estiró un poco en su asiento mientras escuchaba a Hoseok hablando con Jimin y Yoongi, amigos que habían hecho al pasar de los meses, sobre qué hizo el fin de semana. Observó su celular, aún faltaba media hora de clase, así que suponía que debía ponerse a trabajar. Giró su silla para encontrarse con que los demás ya estaban en un casi círculo, dejando su espacio para que pudiese acomodar su silla.
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«El niño de papá» [NamKook]
FanfictionKim Nam Joon era un chico talentoso, inteligente, y demasiado energético en ocasiones, pero jamás le gustaba pasar tiempo en casa y Jeon Jung Kook quería averiguar el porqué.