Batalla.

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Uno tenía los dados cargados 

¿El otro?

Un as bajo la manga.

Otro viernes en un bar cualquiera. Dos personas conversaban por primera vez, las preguntas iban y venían. Ojos coquetos y sonrisas sinceras.

Uno pensaba en dejar de lado su plan. Jugando con sus propios colmillos saboreaba algo mejor que romper un corazón. 

La noche se fue moviendo, pero se quedaron en el mismo lugar.  Cuando decidieron avanzar, era tarde.

En la misma habitación de siempre, se hicieron propios, como siempre y como nunca. El deseo que les caracterizaba, era tangible. 

Sus ojos vagaban entre ellos, ¿Aún estas jugando?

El calor fue potente, su pasión más fuerte que nunca.  Disfrutaron como más se permitieron, de una manera brusca y amable. Jugando con ellos mismos.

Se besaron con la destreza que aprendieron de otros cuerpos. Se disfrutaron, con el hambre y sed que llevaban dentro.

Al final la realidad le gano a la ilusión. Y el juego al jugador. 

Pero nada detuvo que uno de los dos perdiera. Porque eso era, ¿no? Una batalla entre tu y yo.

Antes que te vayas. - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora