CUATRO

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Las clases habían acabado, tomó su mochila ordenando sus cosas y espero que todos se fueran para poder retirarse. Fue hasta atrás para fumar un poco y convivir con los góticos como le era de costumbre

Como siempre se mantenía un silencio, disfrutaba del sentir sus pulmones llenos de la nicotina que le brindaba el cigarrillo mientras oía de fondo música "darks" no tan alto para no alertar a profesores
Fue cuando oyó un grupo de amigos pasar por ahí

—¿Y qué hiciste tú Token?—Preguntaron

—Fui a donde mi abuela—Contestó con aburrimiento

—Amigo eso e-eso es abu-aburrido—Comentaron

—No tenía otra opción—Los otros chicos rieron al ver a su calmado amigo molesto

El moreno sacudió un poco las cenizas que su cigarro había formado, alzó su vista hacia él sol, que con dificultad ,se lograba ver entre las nubes y darse cuenta que se le hacía algo tarde
Apago su cigarro y se despidió del grupo con un ademán como de costumbre y se dirigió a su casa

Al pasar por la misma cafetería está ya estaba abierta, con disimulo vio en su interior y parecía cualquier otro café. No le hizo caso y continuó su camino al hogar

—¡Craig!, Cielo, ¿Qué tal el primer día de escuela?—Preguntó la madre del pelinegro cuando esté entró, Craig le dedico una sonrisa antes de responder

—Pues Clyde no cuenta nada interesante, pero Token paso las vacaciones con su abuela, ¡Ugh! Que aburrido—Contestó

—Ven siéntate—Dijo sirviendo el plato. Al observar el plato sintió náuseas

No recordaba cuando empezó a sentir náuseas por la comida, no recordaba cuando evitaba la comida y la vomitaba, ni cuando empezó a fumar o cuando empezó a ser etiquetado como "el chico malo" ni cuando empezó a integrarse en un grupo que ni siquiera hablaban pero...¿Recuerdas cuando empezaste a morderse las uñas o tu gusto por algo? No, ¿Verdad?

Su hermana bajo y se abalanzó hacia la comida, empezando a comer a pesar de que su madre no había terminado de servir su plato
No tardó en llegar y se sentó

—Su padre les pide disculpas por no comer con ustedes—Dijo la rubia

—Mgh...está bien...—Contestó la niña de cabellos anaranjados—¡Está rico!—

—No comas con la boca llena mocosa—Regañó Craig a la menor, la cual le saco la lengua—Ojalá que te pase lo mismo que a el cometa Shoemaker-Levy cuando se estrelló con Júpiter—La niña trataba de analizar la amenaza del mayor para contraatacar

—Y ha ti que te pasa la vaina esa de...—No acabo la frase al ser interrumpida por el mayor

—Mira su vocabulario ma'—

—¡Ay si! Y tú eres un santo—

—Pues si fíjate—

—¡Callense y Coman!—Ordenó la rubia con cierto estrés por la pelea de sus retoños

Craig bajo su vista mientras su hermana hacia caso, el moreno hizo una mueca mientras pensaba en una buena escusa para irse

—¡Dios recordé que Jimmy nos invitó a su casa!—Dijo al pensar en una buena escusa

—Pero hijo, son las 3 y no has comido—

—No importa, nos invitó comida también—Justificó yendo a su cuarto dándose una ducha, cambiarse e irse

Iba en bicicleta a una de las montañas más cercanas, entre la arboleda se situó en un sitio que él había conseguido...su "lugar feliz". Nadie más que él conocía el lugar y las pocas personas que lo veían entrar retrocedían

Acomodó el telescopio cuando esté anocheciera, para luego sacar de su sudadera un gotero con leche en su interior. Se acercó a un tronco y del interior saco una ardilla bebé la cual había sido abandonada, la descubrió hace unos días atrás mientras observaba las estrellas
Con el gotero alimento con cuidado a la pequeña criatura, un sonrisa se formó en su rostro al sentirse como su madre

Volvió a colocar a la ardilla en el tronco, el nido había sido hecho por el mismo chico del chullo

Se retiró su chullo y prosiguió a recostarse en el suelo, mientras ojeaba las partes de atrás de su libreta descartando los puntos donde ya había inspeccionado

Fue cuando sintió que le pisaban sus cabellos

—¡Ay Aaay!—Gritó alarmando al quien lo pisaba

—L-Lo siento—Se disculpó, al reconocer la voz se sentó y dirigió su mirar al chico, aquel que no sabía dónde era su salón y le devolvió su libreta cuyo nombre le costaba recordar

—¿Qué haces aquí?—Preguntó tratando de sonar grosero, sin embargo sus nervios lo consumían

—Yo...em...los chicos y...—Temblaba tratando de explicar—Yo... quería estar solo—El rubio bajó su mirada para empezar a jugar con sus uñas

—Pues te ganaron—Apegó sus rodillas hacia él y las abrazo, un silencio apareció—¿Sigue ahí?—

—Yo... estoy perdido—

CONFIANZA - CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora