capítulo II

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El consejo estaba sosteniendo la reunión con el señor del fuego se hallaban cinco hombres, el señor Zuko y había llevado en esta ocasión a Jet y Sokka con el, por lo que el descontento en la cara de los otros miembros era un tanto evidente.
Uno de ellos un hombre de aproximadamente unos 45 años llamado Yang, de un semblante poco amigable habló –señor estoy seguro que estamos a punto de enfrentar una situación difícil he escuchado que miembros de otras naciones se encuentran un tanto inquietos debido a un rumor, rumor que nació en un pequeño poblado del reino tierra, dicen que hubo un ataque de nuestra nación contra ellos y esto podría acarrear represalias hacia nuestro pueblo– Zuko lo mira y cuestiona –cuantas víctimas hubo?–
–no hemos confirmado nada señor como dije es un rumor–
Otro hombre toma la palabra ahora es más joven que Yang –enviaremos a un escuadrón a investigar majestad– y Yang vuelve a hablar –eso está bien, pero que pasa si antes de tener los resultados hay un ataque a nuestra nación o a otra, los rumores dejarán de ser eso y se convertirán en certeza podríamos empezar a perder el apoyo de las demás tribus–
–que estás sugiriendo?–
–podríamos enviar tropas no solo un escuadrón de reconocimiento si no una tropa de guerra para que se instale en la comunidad afectada y les brinde ayuda en caso de un nuevo ataque, así mismo informar a las demás naciones para que nos permitan la instalación de puestos de vigilancia de nuestro ejército dentro de sus territorios–
–de ninguna manera eso no es proteger es invadir, esperaremos los resultados de la investigación pero antes avisaremos a las demás naciones del supuesto ataque para que ellos mismos resguarden a sus comunidades más vulnerables–
–si señor– escupe Yang forzadamente, y la reunión termina con Zuko saliendo del lugar. –eso fue intenso, así son siempre esas reuniones?–
–algo así Sokka, aunque las de mi padre eran diferentes–
–como?–
–bueno informaban el preguntaba luego decidía, ordenaba y la orden era incuestionable, a mi me informan y Yang empieza a armar una estrategia como si la guerra siguiera, y cuando la rechazo el no se ve muy conforme eso podría ser peligroso– se escucha una risa ruidosa y una voz conocida –escuchate sobrino esa intuición en ti siempre ha estado pero ahora también hay sensatez–
–tio estás aquí–
–así es, vine a darte mi apoyo pero de haber sabido que tenías a estos dos caballeros contigo no habría dejado en las manos no tan acertadas de Xhiu mi tienda, pero en fin ya está echo–
–gracias tío–
En la armería el escuadrón que iría a investigar se preparaban para partir, Yang se acerca al líder –veo que están listos, encuentren lo que encuentren ahí no será algo que indique que fue un ataque de la nación del fuego, entendido–
–señor lo que encontremos será notificado al señor del fuego sea lo que sea–
–me apena escuchar eso, esa lealtad al nuevo gobernante, creo que tendré que reemplazarte por alguien menos leal a un rey y más leal a la nación– dice esto mientras clava un cuchillo en el cuello del capitán del escuadrón, cuando el cuerpo sin vida cae, entra alguien más y Yang lo mira por encima del hombro –le dirás al señor del fuego que no encontraron evidencias de un ataque de nuestro ejército escuchaste–
–si señor–
–es tiempo de que está nación vuelva a ser lo que era antes–

Las puertas del salón del señor del fuego se abren y Zuko voltea para ver quién está entrando –Jet– el chico con trigo en la boca le sonríe –hola– y se acerca hasta quedar a dos pasos de distancia de Zuko toma su mano y la lleva a sus labios besa la tersa piel y Zuko se estremece al sentir el contacto –que... qué haces?–
–estuviste impresionante en esa reunión, tu postura, tú firmeza, me hace imaginarme tantas cosas–
–Jet, esto es algo muy serio, me preocupa que todo esté planeado; que alguien quiera que el mundo se hunda otra vez en la guerra, que quieran someter nuevamente a las personas–
–no seas paranoico, no creo que la nación más fiel a su gobernante se revele, los del fuego son conocidos por su gran lealtad al señor del fuego olvidas que cumplieron todas las órdenes del anterior por más descabelladas que estás fueran–
–exacto del anterior, a mi siempre me cuestionan y hasta a veces siento que dicen las cosas de un modo para que yo termine haciendo lo que ellos habían dicho al principio–
–bueno hoy si se hará lo que tú dijiste irán a investigar solamente y pronto sabrás que es lo que pasó en realidad–
–eso espero–
–no confías en el consejo–
–si, pero hay algo, siento que algo no anda bien–
–bueno yo estoy aquí para protegerte, no lo olvides si los resultados de la investigación no son los que esperas algo se nos ocurrirá de acuerdo?–
–si–
–iré a molestar a Sokka mientras tú, por qué no hablas con Iroh?–
–lo haré–
Después de preguntarle a unos sirvientes y buscar por fin se dirigió a la cocina del palacio – tío sabía que estarías aquí–
–toma una taza de té, te ves estresado que te ocurre?–
–tío creo que estoy enloqueciendo, siento que algo anda mal, creo que todo esto es muy extraño y confieso que siento temor de no poder hacer lo más conveniente para la nación–
–sobrino siempre has sido muy dedicado en lo que tienes que hacer, te esfuerzas y lo logras confía en tus instintos, espera lo que encuentren en la aldea y entonces si, empieza a planear, y sobrino recuerda las decisiones absolutas las tomas tú–
–Gracias tío–

El Fuego Se ExtingueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora