prólogo

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¿Una sonrisa puede enamorar?.

Porque sí, ella lo hizo sonreír el día más triste de su vida. El día en que su hermano murió de cáncer. Después de haber escapado del hospital y sentarse en una parada de autobuses, el chico esconde su cabeza entre sus manos y llora, sin darse cuenta que una niña va caminado por las calles y se detiene para observarlo, la pelirroja se sitúa frente a el con una enorme sonrisa y dos helados en la mano.

Caramelo y chocolate.

Pero eso no es lo que le llamo la atención de la pequeña pelirroja de tan solo seis años.

No.

Un golpe se encontraba en la mejilla izquierda de la niña, pero aún así su sonrisa era la más hermosa que alguna vez haya visto. Aunque le faltaban algunos dientes su dentadura podría ser perfecta, totalmente Blanca como la nieve al igual que su piel. Su cabello estaba recogido en una cola alta pero algunos mechones rebeldes caían por su frente. Su vestido floreado se movía un poco a causa de la brisa. Sus ojos azules estaban iluminados a causa del sol.

- ¿Porqué lloras? - le había preguntado la chica después de sentarse en la banca junto al pelinegro aún con ambos helados en la mano- Mi abuelita decía que los niños no deben llorar porque se ponen feos.

El chico no dejaba de mirarla, aún no entendía porque la chica tenía tal golpe en su mejilla.

-Mi madre me ha dejado comprar helado, mis favoritos son Chocolate y Caramelo pero no me decidía por cual tomar así que el señor me regalo ambos conos de helado- habla la pequeña y una sonrisa se forma en sus rosados labios- Creo que se aburrió de mí.

El chico ríe y ella se siente satisfecha.

- ¿Cuál quieres? - le pregunta extendiendo ambos conos frente a su cara.

El chico desliza la miraba por ambos helados.

Ella los retira lentamente -Vaya al parecer estas indeciso, ¡Igual que yo!- en un movimiento rápido coloca un cono sobre otro juntando ambas bolas de helado.

-Listo, así tendremos ambos sabores para los dos.

El chico sonríe y se acerca más a ella para así comer ambos del helado.

¿De dónde has salido mi pequeño Ángel?

Se preguntaba el chico.

¿Por qué me has escogido a mí para traerle nuevamente felicidad a mi vida?

Pero el odio puede cegar hasta al corazón más puro.

Cuando se entera de que su padre golpea a su pequeña princesa, no hace falta más para que su corazón se llene de odio, porque nadie puede lastimarla, nadie nunca la hará llorar, porque si lo hace tendrá que encontrar su peor destino.

La muerte.

_"Cada Ángel tiene su demonio princesa, y tú... has encontrado al peor"_ .

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Obsesión a muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora