Capitulo 1

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-Harry-

La noche se presentaba. Me hallaba recostado en mi cama, solo, con el sueño pesado aunque por alguna razón el insomnio me atrapó...

2:30 PM. El crepúsculo invadió la casa. Mis pequeños pasos sigiloso retumbaban entre los pasillos de mi antiguo hogar. Truenos y relámpagos creaban ecos dentro y sombras de aspecto tétrico. Lentamente me acercaba al objetivo al cual me dirigía por lo fuerza imponente.

Ellos, acostados, angelicalmente, tan débiles cuando el sueño los mantenía atrapados, tan... seductivos.

La madrugada acecechaba y decidí darle paso al hecho. El filo de mi arma rosaba su estómago. Mi padre en su lecho sin pensamiento alguno sobre lo siguiente.Mi mano sin temor ni arrepentimiento atacó. Los gritos perturbaron a todos en la manzana. Mi madre trató de detenerme, pero no estaba solo. Bonnie apareció detrás mio y silenció los ásperos quejidos.

Parecía una escena utópica, perfecta, nos saciaba

- Dios Santo, ¿qué he hecho?-

Desperté. Nuevamente esa pesadilla que me carcomía la mente desde mi infancia.

Desde la muerte trágica de mis padres, esa pesadilla atroz me persigue. Como si la culpa pesara totalmente en mi. Fue hace 10 años, pero aún penetra mi mente tortuosamente. Las pericias dijeron que fue un asesinato, pero solo estábamos Bonnie, mi hermana, y yo en la casa aquella noche.

Ella solía tener de estas pesadillas, cada noche despertaba atormentada al mismo instante que yo, cerca de las 2:30 de la madrugada. Esto siguió hasta que nos mudamos con la señora Fingsher, y desde entonces su tormento no aparece. Pero para conmigo aún sigue.

Me levanté y comencé la rutina diaria. Caminé el largo pasillo que conecta mi cuarto, el de Bonnie y el de nuestra Nana, Elizabeth Fingsher.

Dicen que en el baño las ideas y pensamientos surgen. Pensaba por dentro...

- Debo ir al café hoy. De seguro Bonnie esta allí con el idiota de Rich- silencio en mi cabeza- Diablos, olvidé la tarea de álgebra. La señorita Higgings se va a enfadar.

Me acerqué al lavabo y me mire fijamente a los ojos. Todas las mañanas las mismas ojeras. Agaché mi cabeza y la mojé por completo oara volver a mirarme.

Una imagen espectral me asustó. Fue corto, pero aterrador. Se presentó solo como la luz, el rostro de mi madre ensangrentado. Una congoja invadió mi pecho, en ese instante, con palpitaciones rápidas.

- Mierda - esbozé. Con ímpetu trate de darme calma- Harry, relajate, solo fue culpa del mal descanzo. Nada pasa. Calmate- dije entre mi respiración agitada.

- Hey, Harry, apurate. Necesito entrar. Todavía no me arreglé- dijo Bonnie desde afuera, dandome otro salto del susto por su voz algo chillona.

Respire y me decidí a salir, necesitaba aire, calmarme.

- ¿Desde cuándo te arreglas? No hace falta, tu cara de muerta no se arregla ni siquiera con pintura, Bonnie.- bromeé

- Jaja, estas gracioso hoy. Ya, apartate- chilló apartándome de la puerta y entrando de manera brutal. Esta chica cuando quiere es insoportable.

Volví a mi cuarto luego del episodio y me vestí. Lo más normal, remera, jeans, zapatillas, chaqueta, fin del desarrollo.Tomé mi mochila y bajé.

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