Demons

Capitulo 2

Cap.2

-Harry-

Entonces...

Escuché los pasos de alguien en el pasillo. Luego de mi pesadilla, esto me dio más pánico que lo que ya ocupaba en mi cuerpo.

Sigilosamente baje de mi cama. Tenia miedo a que sea un ladrón, asesino, algo que haya raptado a Bonnie.

Salí de mi habitación y miré para ambos lados del pasillo. Hacia el lado que se dirigían los demás cuartos vi una sombra adentrándose a la habitación de mi Nana.

Lentamente, con la intención de no causar un sonido, me acerqué a la puerta de su habitación para contemplar la segunda escena que marcó mi vida para siempre.

Bonnie; con sus manos ensangrientadas, la cama bañada en un fuerte rojo sangre, la pared manchada de la misma; estaba encima de mi Nana, y en su mano: el cuchillo delictivo.

- BONNIE, DIOS MIO- grité en estado estático, pasmado, traumado, inmóvil.

Su cabeza giró rápidamente hasta un punto que parecía endemoniado, la giró cerca de los 180°. ¿Qué diablos?

Sus ojos, eso fue lo peor. Sus ojos, negros, profundos. Oscuros como la noche, como la peor pesadilla que cualquiera en el mundo podría tener.

Ojos... inundados en odio, irreales.

Una sonrisa se pintó en su rostro... sonrisa macabra... como disfrutándolo.

De pronto su cara cambió. Su mirada volvió perdida, y el cuchillo en su mano rodó al suelo. Con su cara de espanto levanto la mirada hacia la puerta, donde me encontraba aún allí en estado de Shock.

Se levantó y rápidamente corrió a mis brazos llorando, ahogada en sollozos. Yo aún no caía en la realidad de lo que pasaba.

La sirena de policias acercándose a mi hogar encendió mis sentidos. Veloz le di indicaciones a mi hermana para que se encerrara en el baño, quemara su ropa y se limpiara de toda marca. Lo principal, habia que desaparecer el arma. De eso me encargue yo. Lo limpé rápidamente y lo arrojé por la ventana hacia donde caiga quiera caer.

Corrí a encerrarme con ella, al entrar la encontré en posición fetal llorando desconsoladamente.

Me arrojé a ella, hundiéndola en mis brazos, y sin dejar de repetirle "No pasa nada. Todo va a estar bien. Mañana va a ser un nuevo dia. No pasa nada"

Los policias llegaron, nos encontraron llorando abrazados.

Nuevamente nuestra vida tomó un cambio rotundo.

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Desperté algo contracturado. Alcé mi mirada y vi a Bonnie abrazada a mi torso, con su rostro en mi oecho y mi brazo sobre su espalda. Nos habían tapado con una frazada. Miré al frente y escuché el murmullo de la recepción de la Comisaría.

- ¿Bonnie y Harry Styles?- inquisitó un policia en busca de nosotros.

- A.. aquí - respondí con mi voz algo ronca del sueño. Le sacudí el brazo a Bonnie hasta lograr que despierte.

Ambos nos levantamos aún hinchados por dormir, y con dolor por la mala posición.

- Sigame, por favor señor Styles- ordenó el comisario Golden, por lo que vi en su placa uniformal- usted quedese aquí señorita Styles.

Ambos nos miramos confidentes pero confundidos.

- Disculpe, pero, ¿por qué ella no puede venir?- pregunté, con tono serio.