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El séptimo mes puso a todo el departamento tenso, JiMin parecía haber crecido de golpe, ahora era tan pequeño como él pero con una enorme bola redonda colgando de su vientre. JiMin ya sufría subir las escaleras a su cuarto, sus tobillos se inchaban cada vez más y los movimientos del bebé no lo dejaban dormir. Todos estaban pendientes de él y cada movimiento que realizaba y eso no lo ponía más tranquilo en absoluto. Sus hormonas volaban tanto que incluso llego a hacer que su alfa bajara la cabeza.

El séptimo mes también significaba niña o niño, aunque no lo parezca, la verdad era que en las viajas sesiones con la ginecóloga el cachorro no se había dejado ver ni un poco.

Ese mismo día por la tarde tendrían una consulta con ella, sabrían si era cachorro o cachorra y estaban tan nerviosos, deberían incluso estar durmiendo en esa madrugada. Sin embargo el alfa parecía no poder concebir el sueño y sostenía de la gran y redonda cadera del omega pegándose a él y su aroma a mezcla ácida que el cachorro en su vientre dejaba.

JiMin se volvió a mover en la cama, eran las tres en punto de la mañana y el cachorro parecía despertar al fin.

—YoonGi, fuera –el omega habló, separando los brazos de su alfa de su cuerpo. Irritado ante la incomodidad, molesto al mismo tiempo por despertar de tan hermoso sueño familiar donde disfrutaba de una hermosa tarde junto a su alfa y cachorro.

YoonGi no dijo nada, sabía que si lo hacía iban a terminar peleando oentonce, entonces solamente se levanto de la cama y caminó hacia el sofa que había en la habitación. Ahí pasó la noche incomodo, pero al mismo tiempo con una deje de felicidad al saber que pronto sabría el sexo del bebé.

La mañana siguiente fue peor, el dolor de espalda y de cabeza que aquel incomodo sofá le dejaban lo ponía nervioso. En cambio JiMin despertó muy feliz, se veía descansado y poco fastidiado, lo que hizo que su alfa pronto se sintiera mucho mejor.
El desayuno fue normal, hablaron tanto de lo que esa tarde sabrían que la tensión de los siete meses parecía desaparecer, más que nada porque sus amigos estaban muy concentrados con la noticia como para estar atentos a JiMin todo el tiempo.

—Jiminnie, ya falta menos. ¿Estas listo? El auto nos espera abajo –TaeHyung era siempre tan dulce, o al menos lo era mucho más desde la noticia del embarazo. Abrazaba todo el tiempo a su amigo y lo consentía hasta el punto de salir a las cinco de la mañana por helado o frutas.

Ese era el turno de kim TaeHyung, lo que significaba que su alegría era increíblemente más alta de lo común, el pequeño omega ya no sabía como expresar su felicidad, vería al porotito de amor que estaría en sus futuros.

—Por supuesto, solo, necesito que me agarres el bolso –Jimin se sostuvo del brazo de su alfa y caminaron así hasta llegar al auto, TaeHyung iba detrás de ellos sosteniendo el bolso de mamás.

No tardaron mucho en llegar a la clinica, ni tanto en ser atendidos y cuando se dieron cuenta JiMin estaba acostado en la camilla con su vientre desnudas y YoonGi no podía evitar gruñir ante el toque que la doctora le daba a su omega.

—Por lo que vemos todo esta realmente bien, parece que el bebé esta saludable y el padre también –Habló, señalando al aparato que mostraba la imagen de un bebé cómodamente dormido. La doctora movió más hacia abajo el aparato y YoonGi gruño más fuerte y alto, la beta lo ignoro por completo—. Bien, si nos movemos por aquí veamos que esta saludable preciosura es un hermoso niño de veintisiete semanas completamente saludable. Ahora podrán escuchar los latidos.

YoonGi sintió un escalofrío por todo su cuerpo, no era la primera vez que escuchaba los latidos de su bebé, incluso así se sentía como la primera vez, era como sentir una corriente de felicidad cruzar por todo su cuerpo, sus marcas dolían por los repentinos cambios de humor y aun si no era la primera vez se sentía fantástico.

—Es un niño...

TaeHyung lo miro, sus ojos estaban brillando mucho—. Es un cachorrito.




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SIN EDITAR
NADA DE NADA

D O L Y

sweet baby • 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora