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9:37 AM

La mañana se había presentado fría y con un agradable olor a lluvia. No había gente fuera de sus casas, las calles no se veían por completo luego por la neblina que había ocultado casi todo en aquella ciudad. Los niños veían caricaturas mientras sus padres dormían y el aire era dominado por un agradable olor a pan casero y croassants rellenos, deliciosos y perfectos para los días lluviosos. Las cafeterías prendían sus máquinas, y el café, chocolate caliente con malvaviscos iba y venía entre las manos de las personas que debían trabajar aunque el clima no fuera el mejor.

El de cabellos largos y negro iba caminando con su tapado del mismo color de sus cabellos con sus guantes de lana.. todas sus prendas eran del mismo, un color negro como la noche más despejada del mundo cuando tiene ni una estrella que mostrar.
Caminaba en un andar normal como todos en la ciudad, aunque en particular era la zona de casas grandes y lujosas tanto por dentro como por fuera, jardines delanteros y traseros bien decorados con las flores de estación y los árboles de cerezos que desprendían sus flores decorando la acera con ellas.
Llevaba semanas torturando se la mente con cada uno de sus pensamientos. Sus manos jugaban con el gatillo siempre que estaba en su práctica, imaginando aquel cuerpo flaco pero un tanto marcado frente a el con una mirada valiente dispuesto a defender lo que era suyo. Y en cualquier otra parte otro cuerpo más gritando desesperado que parará de una vez, que se olvidará del asunto que no lastimara a su contrario..
Cosas imposibles de prometer, más si habían despertado la furia de cada centímetro de su cuerpo, estaba más que dispuesto a que esa bala trasladará esa piel canela dejando ver ese líquido tibio al tacto. De tan solo pensarlo su sonrisa había aparecido debajo de su cubrebocas.

[...]

U

n pequeño cuerpo se encontraba frente a el espejo del baño, con su corazón latiendo de una forma exagerada mientras sus manos temblaban no pudiendo creer lo que sus ojos avellana veían. Toco su abdomen con una de sus manos, todo había sido muy rápido. Nunca pensó que el sería la excepción.. en su interior se había instalado una brisa fría. Estaba ansioso, desesperado, nervioso, incontrolable por todas sus emociones, aun así trataba de tranquilizarse.

A paso tembloroso tomo la perilla del baño girando la para abrir la puerta de este. Salió y comenzó a caminar al paso que sus piernas se lo permitían, bajaba las escaleras a un paso un poco más lento de lo normal jugando con los botones de la camisa de su novio. Bajando el último escalón toco el piso con sus pies descalzos escuchando solo silencio en la casa. El único ruido que se podía escuchar a parte de el de su respiración era el de algo friendo se en la sartén.

Quizás Bekhyunnie este en la cocina..

Se dijo internamente, dispuesto a caminar hacia allí un cuerpo más alto que el de el apareció frente suyo mientras apuntaba aquel arma a su frente. Su piel empalidecio y su corazón parecía que se detendría en cualquier momento.

-Tiempo sin vernos cariño-

Esa voz fue como agua helada cayendo sobre su cuerpo. Su cuerpo temblaba más de lo normal mirando al desgraciado que había marcado su vida desde que lo conoció. Su cuerpo fue retrocediendo mientras que el de su contrario avanzaba a paso firme y seguro hacia el menor. Sus labios querían gritar por ayuda pero estaba palarizado solo sus lágrimas se atrevían a caer por sus mejillas. Un movimiento detrás de aquel asesino hizo que sus ojos se desviaran de donde provenía. Aquel chico de cabello castaño claro había aparecido de la cocina. El pelinegro no gasto tiempo el voltearse para ver a la pareja del menor quien no tardó muchos segundos en caer al suelo jadeando del dolor que la cortada en su abdomen generaba en todo su cuerpo. El menor comenzó a derramar más lágrimas mirando a su pareja sangrando.

Killer Bunny for you~ (kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora