Hace más de una semana te soñé, me desperté acalorada y mojada, solo recuerdo flashes, pedazos inconexos. Haciendo círculos en tu ombligo, mordiéndote el hombro. Oliéndote el cuello, haciéndote cosquillas con la nariz. Restregarme la cara en tu pecho como antes, sentirlo con ojos cerrados en mi frente. Recorrer tu ingle con la lengua y llegar a la base para subir... agarrarlo firme con la mano, y juguetear un poco... acariciarte la cara interna de tus muslos, sabes que luego no puedo solo un poco... sabes que me gusta. Sabes que me podes.
Me desperté sujetándome del sillón con las manos arriba de la cabeza.... un cachorro me mordió los nudillos jugando y ladrando para jugar, me asusté porque no estaba en mi casa, giré y me caí del sillón. En el piso de arriba estaba mi amiga y me pregunto si estaba bien, que subiera a tomar mate... ese dia estuviste en todas partes, sin buscarte aparecías en las fotos.
A la noche hablamos por teléfono.... vos te habías recorrido mil lugares desde temprano, yo también, compre la moto y viajar hasta la plata.... entre cosa y cosa... me dijiste algo así como que en algún momento te habías preguntado por la sureña.
Yo también algunas veces me pregunto qué estará haciendo el Señor del Norte, que hace lo que debe pero que cuando hace lo que quiere corre de un lado a otro como loco, para no estar en un solo lugar... aunque solo allá un lugar en el que me gustaría que este, pero me gustas libre, aunque seas esquivo y cada vez estés más lejos. Algún día.... será o no.