Cuanto más te hagas el fuerte, más me provoca desafiarte; vamos a ver si sos tan soberbio cuando te tenga entre la pared y yo, a diez centímetros de mis ojos y sin bajarte la vista...suena divertido ver que tanto podés sostener la mirada y esa postura de hombre recio y relajado.
¿Te molestaría si te agarrase por la barbilla y te comentara como te mordería los labios?. ¿O si al estar yendote te empujara y apretase de cara a la pared y sintieras la punta de mí nariz rozándote la piel al bajar por tu cuello, oliéndolo; mi lengua subiendo luego por él, probándolo; mis dientes presionando firmemente al morder, marcándolo? Y si te tirase de la camisa para que gires hacía mí, te atrajera mientras retrocedo y me siento en el borde de esa mesa, creando una barrera con mi pierna y el muro para cerrarte el paso ¿qué harías?¿Estarías inhibido, desconcertado?... es entretenido imaginar tus posibles reacciones, quién sabe, quizá un escalofrío de adrenalina recorrería tu espina haciéndote actuar instintivamente y hasta podrías alejarme bruscamente si te sintieras acorralado por mis acciones...
En mí versión preferida te gusta tanto como a mi este jueguito, y nunca te gustó perder así que me agarras por la cadera tratando de responder la intimidación, pero solo consigue excitarme más por lo que contestó tirándote del pelo para ladear tu cara y lamerte la comisura de esa boca provocadora...¡Es sabido las chicas buenas siempre pedimos permiso! Pero con ese movimiento llego al corto límite de tu paciencia, te apuras callándome a besos voraces para que no pueda seguir molestándote, y que bien se entienden las bocas cuando las mentes se queman. Ni puedo darme cuenta si me gustan más tus manos fuertes bajo mi pollera o el calor intenso de tu piel en las mías al aferrarme a tu espalda por debajo de tu camisa (a la que, por cierto, le queda muy poco tiempo antes de ceder su lugar sobre tu cuerpo).
¿Sos inseguro o vengativo? Si fuese la primera no creo que te queden dudas de que tanto te deseo y lo lista estoy para recibirte después de comprobar lo terriblemente húmeda que me tiene la sola idea de hacerte mío por fin, la mera anticipación de vos. Si fuera la otra opción, perdón, pero vas por mal camino si intentabas causarme algo distinto que placer...sólo espero que el resto de tu ser esté dispuesto a pagar lo que manos y besos acaban de apostar ¿No me quisieras mostrar? No me gusta exagerar, pero creo que en esto puedo darte una muy justa pelea, es más, quizá ni sea yo la que se tenga que retirar. Sabes que a diferencia tuya no soy tan competitiva en realidad, a mí me sobra con tener un contrincante que esté dispuesto a mantener la partida interesante, y en este momento tengo mis fichas puestas en vos, entonces no me hagas esperar más ¿no ves que me derrito por ver que vas a hacer con tu turno para complicármela?...