Capítulo 25: Confesión

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Capítulo 25:
Confesión

Capítulo 25:Confesión

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Selt Riquelme

Sergio y Mia, me permiten llorar. ¿Qué voy a hacer ahora? Se me es imposible concebir la idea de lastimar a mi madre, no puedo hacerlo, pero tengo que hacer algo, quedarme sentada esperando que las cosas ocurran tampoco es una opción.

Es momento de hablar con el señor Arturo, y en definitiva es momento de entrar al sótano para sacar lo que sea oculte mi madre debajo de esa trampilla. Mia ha puesto al tanto a Sergio de todo.

—Han descubierto mucho más que los guardianes —dice él después de escuchar toda la historia.

—Es por eso que has venido a la ciudad, por mi madre —afirmo lo obvio.

—Sí, el concejo tenía sus dudas, pero no existía nada que la involucrara con los oscuros. Es una mujer hermosa, y el tiempo parece pasar por encima de ella. Es extraño —explica Sergio. —. Ya hemos confirmado a Carmelo, y a otros. Pero el pasado de tu madre es un misterio, bueno era.

—¿Qué hacemos ahora? —pregunta Mia condescendiente ante mi situación. Debo tomar una decisión y debe ser justo ahora.

—Hay que sacar lo que está en el sótano, el cumpleaños de mi hermana es una buena distracción todos estarán allí. Y tenemos que hablar con el canciller —digo sin poder mirar nada más que mis manos.

—¿Cómo le explicarás a Arturo que su hija está en peligro de muerte? —hace la pregunta que no quiero responder. Ni idea de cómo voy a contarle todo al canciller de la ciudad, que tiene sus ojos puestos en mi madre. Lo que estoy por hacer es entregar a mi madre al concejo de guardianes.

—Todavía no lo sé, pero hay que hacer algo —digo.

—No tienes que decirle a mi padre lo de las visiones —alzo la mirada—, con que nosotros lo sepamos es suficiente. Le contaremos todo lo demás, y hay que convencerlo de que no involucre a nadie más. Sergio y yo podríamos venir en la noche en busca de las pruebas.

—No, —dice Sergio—, si tu padre llega sin ti sería extraño. Yo entraré a la casa, igual la manada siempre llega tarde a donde se le invite. Además, Fabián sospecharía.

—¿Y no sospechará que tú llegues tarde? —pregunta Mia.

—No, porque es algo que siempre hago.

—Bien, así lo haremos entonces.

El viaje en carruaje al centro de la ciudad pasa muy rápido, las instalaciones del concejo entran en mi campo de visión. Una casa colonial que abarca toda una cuadra de la calle detrás de la pasa de ejecución, con grandes ventanales de madera que permanecen cerrados en todo momento. Nunca he ido más allá de observar desde la calle, pero se supone que es el lugar donde permanecen aquellos que rompen la ley de los guardianes hasta que son traslado a la ciudad de las sombras. Un lugar del que solo conozco el nombre y al que todos les huyen.

Enmerald. Guardianes 1. Origen De Los OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora