•Sin papel ni tinta•

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Narra Isabel Smith:

Desperté y lo primero que vi fue la luz de una lámpara, miré a mi alrededor y me di cuenta de que estaba en el hospital. Sentí un pequeño calor, giré mi cabeza para poder ver de dónde provenía... eras tú Jackson... era el calor de tu mano apretando la mía. ¿Por qué estaba aquí? Y más importante ¿por qué estabas tú aquí?

Me dieron ganas de ir al baño, así que me quité la mariposa que estaba en mi mano, hice una pequeña mueca de dolor al quitarla. Giré y aún seguías tomándome de la otra mano, me daba apuro el despertarte así que cuidadosamente intenté soltarme pero te despertaste, me miraste como si hubiera vuelto del más allá, me diste un gran abrazo y entonces... recordé todo.

Recordé lo que había pasado en la fiesta, lo que había pasado antes de ir a la fiesta y por un momento me enojé, me enojé al recordar que me habías reemplazado pero me sentí feliz y protegida de que estuvieras aquí conmigo, mis lágrimas estaban saliendo sin control y no entendí muy bien el porque, tengo muchos sentimientos encontrados... te abrasé lo más fuerte que podía porque quiero seguir sintiendo el calor de tus brazos y el sentimiento de estar a salvo, me siento viva y protegida.

—Isabel necesitamos hablar de todo lo que ha ocurrido.

—Lo haremos pero antes por favor abrázame un poco más.

Sé que necesitamos hablar, la verdad es que no entendía muchas cosas de las que habían pasado pero necesitaba más un abrazo. Su olor, calor y los latidos de su corazón me derretían el alma segundo a segundo, pero esto no estaba bien... él estaba con Amber.

—Jackson aprecio mucho que estés aquí, lo valoro muchísimo pero estás con Amber, estoy segura de que a ella no le agradaría la idea de que estés aquí y sinceramente en esta posición tampoco me gusta que estés aquí-me aleje.

—Mi pequeña Isa sé que debes estar confundida- se acerca y me empieza acariciar la mejilla-estoy seguro de que tanto como yo pero no te preocupes porque voy a aclararte todo.

—No creo que tengas algo que aclárame porque es bastante claro lo que sucede aquí ¡yo jamás seré Amber, okay! ¡Solo soy yo y lamentablemente eso es lo que hay!- me volví alejar.

— ¿A qué te refieres con ser Amber? Yo jamás he querido que seas ella ¿de dónde sacas eso Isa?-intenta acercase.

—Te vi aquella tarde con ella, ¿okay? y ella me contó la grandiosa noche que tuvieron y está bien, lo entiendo... entiendo que yo misma me di falsas ilusiones, un chico como tú jamás se fijaría en alguien como yo pero el amor nos vuelve seres estupidos y ciegos-di un paso atrás.

—¿Isa me amas? ¿Dijiste que me amas?-la mirada se le iluminó y sonrió de una forma que jamás había visto.

—Si lo dije así que anda... puedes burlarte-crucé mis brazos y miré a un lado de la habitación en un intento de que la tierra me tragara.

Empezó a reírse como loco y yo solo no podía créemelo, le había contando como me sentía y él no paraba de reírse... se burlaba de mis sentimientos, realmente era un chiste para él.

—Púdrete Jackson-le empecé a pegar en el pecho pero él agarró mis manos.

—Oye pequeña, lamento reírme pero ni siquiera me reía de ti, me reía de lo estupido que he sido... no me había dado cuenta de que me amabas-entra una de sus manos en uno de sus bolsillos y saca una libreta-antes de dártela quiero saber porque le dijiste a Amber que amabas a Maicol si me amabas a mi... aún no entiendo-me miró fijamente a los ojos.

—Jamás le dije a Amber algo como tal... ¿de dónde sacaste eso?-lo miré totalmente confundida.

—Yo tengo la culpa de eso-dice Amber entrando en la habitación junto a Nora quien aún estaba conectada a un suero.

El chico de la ventana (se está editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora