Era verano, el calor empezaba a hacerse presente. Estaba tumbada sobre el pasto, con su cabeza levemente recargada sobre su mano, Miraba el cielo con ojos entrecerrados pues la luz del sol le impedía abrirlos con totalidad. A su lado se encontraba una morena en la misma posición que ella, mantenía sus piernas cruzadas y sus párpados cerrados. Dirigió su mirada hacia ella observando su perfil unos minutos, era bella.
—Taeyeon.-escuchó la voz suave de su acompañante.-Me incómodas.-volteó la mirada hacia ella, dedicándole un hermoso eye smile. Siempre lo hacía, observarla, y aunque para la menor era algo molesto, no le importaba.
—Qué sensible.-Volvió a perderse en el azul del cielo. Sin embargo, esta vez sintió la penetrante mirada de la menor en su rostro, le acariciaba con la mirada.
Conocía a Tiffany Hwang desde quinto año de primaria, quedando totalmente fascinada con la chica y no solamente por lo bella que era, o por su cabello negro largo, o por la hermosa sonrisa que siempre adornaba su rostro. No, Taeyeon había quedado más que fascinada por su dulce forma de ser, la bondad que hallaba en su corazón, la ternura que le irradiaba y lo frágil que llegaba a ser. En un principio recordaba la envidia de muchos niños y niñas al ver que alguien como ella le hablaba. ¡Pero es qué cómo no! Era Tiffany, y Tiffany tenía de todo. Una excelente estudiante, una excelente hija, una excelente presidenta del consejo estudiantil y sobre todo, una excelente amiga.
Era única, de eso no había dado, y especial, de ello tampoco había duda. Y Taeyeon lo supo desde el primer momento.
Recordaba el momento en qué empezaron a hacerse mejores amigas y todo esto, porque Taeyeon era una niña muy callada, tímida, y su dificultad para hacer amigos era muy grande. Pero todo eso cambió cuando Tiffany se mudó a Corea. De repente, para Taeyeon todo era Tiffany. Si ella no se encontraba presente en alguna clase comenzaba a sentirse excluída de todo y de todos. En la secundaria había sido algo más diferente y es que era el momento en el que se encontraban. Cursaban tercer año. Nuevos amigos, fiestas por ahí y fiestas por allá, noviazgos, dudas, sentimientos...Taeyeon no se había preparado para eso, pero parecía que Tiffany sí.
A las señoritas les habían enseñado a ser amables con los hombres, a ser cuidadosas, limpias y todo ese montón de cosas que se les llamaba reglas ante la sociedad.
De un momento a otro, las cosas ya no eran jugar, dormir, dibujar en las paredes de la casa. No, ahora las niñas le tomaban más importancia al tema de los chicos, y si que era molesto para Taeyeon, en cualquier lugar sus amigas no paraban de hablar sobre quienes les gustaban o cual chico se les hacía el más guapo. Era un tema de nunca acabar y que no podía evitar.
Y lo peor, Tiffany también hacia parte de aquellas charlas. ¡Y comenzaba a sentirse realmente molesta! ¿Por qué? Ni ella misma lo sabía, pensaba que solo era por el hecho de que algún chico mantendría a su Tiffany, su 'mejor amiga', alejada de ella. Y sí, era verdad. No quería que nadie la alejase de la persona en quien más confiaba y quien más le tenía aprecio, pero ¿acaso no era eso algo egoísta? Si su mejor amiga quería hablar de chicos, ahí estaría escuchándola. Si su mejor amiga quería comprar ropa nueva para verse bien, ahí estaría a su lado ayudándole a escoger.
Eran disparejas. Ese era el problema.
Tiffany siempre tenía su cabellera larga azabache ondulada, pero siempre ordenada. Taeyeon había teñido su cabello de rubio y lo cortó dejándolo un poco por arriba de los hombros. Tiffany era la imagen perfecta de una alumna, falda hasta la rodilla o a veces por arriba de ella, unos solos centímetros, camisa siempre planchada, corbata ajustada, zapatos limpios y calcetas blancas. En cambio Taeyeon siempre iba desordenada, con la camisa por fuera, la falda por arriba de la rodilla, unas botas militares color café y la corbata floja.
Eran polos opuestos.
Egoísta, altruista.
Incisiva, flexible.
Sarcástica, delicada.
Y un sinfín de más cosas.
¡Se complementaban y eso era lo bueno! Le agradaba de sobre manera, y no podía evitarse sentirse única, porque aunque ella hablase con otras personas, era en Taeyeon en quien confiaba, era Taeyeon a la que le daba toda la atención, era aquella excepción de entre todas sus amigas, ¡su mejor amiga! No podía evitar sentirse celosa cada vez que algún chico se le acercaba de manera coqueta, simplemente no podía evitar enamorarse cada vez más de ella.
Nunca había sabido cómo ocurrió, solo supo que pasó y ya. Un día se despertó dándose cuenta que estaba enamorada. Y todo se debía a que la veía como un imposible. Su mejor amiga nunca podría fijarse en ella.
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Don't speak
FanfictionTaeyeon siempre ha estado enamorada de su mejor amiga Tiffany. Sin embargo, ella no lo sabe. ¿Podrá Taeyeon callar sus sentimientos por no romper una linda amistad?