Verde

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Así han pasado junto a ella unos diecinueve días, y se encuentra en la soledad de su habitación, rodeada de hojas arrugadas de papel, sintiéndose frustrada por no encontrar las palabas que busca y desea. Se retuerce en la desesperación de hallar una forma de describirle sus sentimientos y no hay nada. Se ha desahogado entre tantas páginas de aquello que no ha podido alcanzar. Y eso le ha carcomido por días y semanas.

Sabe que Jessica le dijo que se olvidara de Tiffany pero ahora pensándolo bien, si no podría obtener su amor, ¡podría volver a obtener su amistad! No se daría por vencida, la felicidad de la morena era todo lo que quería y si ella no podía tener esa suerte, al menos dejaría que Nichkhun lo hiciese. 

Escuchó unos golpes en la puerta de su habitación sabiendo de quien se trataba exactamente.

—¡Pasa! —Gritó Taeyeon desde la cama, y se encontró con mala suerte, en su caso, de que era la morena, con 

una resplandeciente sonrisa. La bajita se quedó estática y un poco boquiabierta al verla. El pulso se le aceleraba. Era una visita inesperada. Observó a Tiffany hacer un saludo con su mano y emitir un pequeño 'hola'.

Rápido reaccionó tomando la hoja de papel y haciéndola bolita para lanzarla a un lado de su cama. Se deshizo de los pinceles dejándolos en su mesita de noche y sonriendo de manera tímida. Tiffany se sentó en su cama frente a ella.

—Taeyeon.

—Tiffany.

Emitieron ambas al mismo tiempo haciendo que ambas rieran de manera tímida. Taeyeon asintió levemente para dejar que la morena hablara antes que ella.

—Te he traído un regalo. —Dijo Tiffany sacando de su bolsillo una pequeña cajita, Taeyeon la tomó y la abrió descubriendo una pulsera de un tono azul claro y con un colguije en forma de corazón. Taeyeon sonrió agradecida.

—No tenías que... —Tiffany posó un dedo en los labios de Taeyeon.

—Quería regalartelo. Sé que ha habido cosas en nuestra amistad, nos hemos distanciado y muchas cosas más pero Tae.... —Dejó escapar un suspiro. —no quiero que esas cosas nos alejen.

—Nichkhun... 

—Nichkhun te ha perdonado. El me lo dijo, también dijo que te veía muy extraña por lo que ha de pensar que estás enferma. —Rió de forma suave.—No tienes que explicar nada. 

—Pero... —Una voz interrumpió a Taeyeon, provenía de la planta baja y a la vez se venía acercando. Era Jessica. Desvió la mirada hacia la puerta encontrándose con la rubia, que por lo que notaba, estaba distraída. Acomodó su mochila en el piso a un lado de la puerta.

—...y pienso que después de eso podríamos ir a patinar. ¿Qué te parece? —Se volteó hacia ambas algo sorprendida. —Yo... —Tiffany frunció el ceño. —Será mejor esperar afuera. —Cuando estaba decidida a salir, la voz de Tiffany deteniéndola la detuvo.

—Sica, no sabía que eran tan amigas... —Volteó a ver a Taeyeon y después a Jessica. 

—Ehm, debe ser porque ustedes dos han estado algo alejadas. —Contestó Jessica sintiéndose algo incómoda, y mirando a Tiffany despectivamente. —Yo igual solo venía a invitar a Taeyeon a salir pero será mejor irme. —Taeyeon la miró como si estuviese pidiendo ayuda.

—¡No! —Jessica y Tiffany voltearon hacia ella confundidas. —Quiero decir, puedes quedarte....Tiffany no tardará mucho, ¿cierto? —Tiffany negó.

—También quería invitarte a salir...quiero decir, pasear, conmigo. —Recalcó la última palabra mirando también despectivamente a Jessica. —Pero, si sus planes estaban antes la que mejor debería irse soy yo. Lo lamento. —Se levantó decidida a retirarse pero la mano de Taeyeon tomándola por el brazo, la detuvo.

—No te vayas. —Jessica frunció el ceño al mirar a Taeyeon. —Podemos ir las tres. —Sonrió ligeramente.

La tarde había pasado, las tres chicas habían ido al cine y después de eso a patinar. Algo que resultó demasiado incómodo para Taeyeon, porque Jessica no dejaba de comportarse demasiado cariñosa con ella y Tiffany no dejaba de mirarlas de manera indiferente. ¿Era ella o Tiffany estaba que echaba humos por las orejas…? No lo sabía.

Lo que sí sabía es que ahora existía una gran diferencia entre Jessica y Tiffany. ¿Por qué? Al parecer Jessica le había hablado hace unos meses atrás que debido a un malentendido entre el novio de Yoona, Taecyeon, y ella, Tiffany había creado una mala imagen de ella. Y aunque Jessica nunca le dio explicaciones porque obviamente no las necesitaba, ya que la ofendía de alguna manera que Tiffany desconfiara de ella como amiga, no se habló más del tema. Y ahora parecía ser que apenas se conocían. 

En algunos momentos podía sentir que ambas chicas se miraban con indiferencia, dejando a una Taeyeon en medio de ellas, muy muy muy incómoda. Al final de cuentas, había sido agradable. Por un lado se divertía con Jessica como normalmente lo hacía y por otras, le gustaba ver a Tiffany sonreír con ella. Era lo que más le agradaba, se sentía como en los viejos tiempos. 

Un día se encontraba en el césped del parque, había salido junto a Tiffany a mirar el pequeño lago que se formaba, algo que solían hacer cuando eran más pequeñas. El sol estaba brillando y cerraba sus ojos debido a esto. Tiffany se encontraba unos pasos más alejada de ella, y jugaba con un palo introduciéndolo dentro del agua y salpicando un poco. 

Taeyeon sonrió infantil-mente y tomó más o menos una piedra del tamaño de su puño lanzándolo dentro del agua haciendo que también salpicara y mojando con pequeñas gotas el rostro de Tiffany.

—¡Tae! —Soltó una carcajada sentándose en el césped. —Odio esa sensación.

—Tiffany, siempre serás tan sensible. —Se sentó a un lado de ella mordiéndose el labio tratando de ocultar su sonrisa.

—Taeyeon. —La bajita volteó la mirada a la de la contraria. —¿Eres feliz?

Taeyeon se encogió de hombros. —La felicidad no perdura.

—Lo sé pero ¿ahora eres feliz? —Cruzó sus piernas y se recargó en sus manos a un lado de su costados para estar en una mejor posición.

—Sí…Como el césped. —Tiffany frunció el ceño ante la respuesta de la bajita, rió levemente. 

—¿Qué tiene que ver el césped con ser feliz?

—Uhm. —Taeyeon lo meditó por unos momentos. —Es algo difícil de explicar sabes, pero te lo diré. —Aclaró su voz para comenzar a hablar, Tiffany la veía expectante. —Es muy difícil ser césped. El césped siempre es pisoteado y aún así crece verde y fuerte. Él no tiene opción, pues siempre seguirá siendo césped. Si él quiere secarse o arruinarse lo puede hacer cuando quiere. Él al final de todo, sabe que es indispensable y eso lo hace sentir orgulloso. Sin él, el jardín no sería jardín, y las flores no serían más que vegetación colorida y coqueta en un fondo café arena. Y eso es lo que le motiva. —Finalizó Taeyeon con una sonrisa.

Tiffany volvió a reír por la imaginación de Taeyeon, parecía ser la misma niña de antes. 

—Entonces, ¿tú eres un césped? —Tiffany inquirió frunciendo el ceño. Taeyeon asintió levemente algo confundida. —Yo quiero ser la flor. Yo soy aquella flor que sin su hermoso césped, tan solo se vería adornada por un fondo café arena. El césped es indispensable para mí. —Confesó Tiffany de una manera sonriente, se sentía al igual como una niña. 

—Sin embargo. —Volvió a hablar Taeyeon. —Pienso que aquel obrero olvidado de color verde, quemado por el sol y a punto de secarse, no es regado con aguas de esperanza frecuentemente.

Y dejó escapar un suspiro, dejando a una Tiffany completamente confundía por sus palabras.

Don't speakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora