Holmes

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Doña Lucha al oir el grito de su hijo en la entrada se quito la chancla y fue a ver que era lo que ocurría. En cuanto abrio la puerta no era más que un hombre bien vestido con una sombrilla en la mano. Tomo una pose seria y lo miro de arriba a abajo, sabia perfectamente que ese hombre no vendia sombrillas y conforme a como iba vestido, tenia dos opciones.

--en esta casa somos testigos de Goku, así que no estoy interesada en leer la palabra de Jehova--dijo de manera seria doña Lucha mientras se ponía su chancla

--no soy testigo de Jehova, señora Lucha--hablo con educación Mycroft

--bueno... votaré por usted sólo si promociona el licuado de papá Antonio, ahora hay un nuevo sabor: Xoconochtle Avengers--condicionó Doña Lucha

--señora no soy testigo de Jehova, ni diputado y si cree que soy el cobrador de impuestos o uno de los de servicio de este hotel, esta muy equivocada, vengo hablar con usted, ¿puedo pasar?

Doña Lucha lo dejo pasar a la sala, donde este se sento en el sofá individual, Lucha se sento en otro.

--vera Señora...

--llamame Doña Lucha

--¿sabe porque usted esta aquí, Doña Lucha?--pregunto Mycroft

--mi hijo el chino gano este viaje debido a que hizo un excelente reporte, pero eso no me lo creo

Al día siguiente

Sherlock estaba indeciso entre salir o no de la cama, el dia estaba lluvioso, pero tenia que analizar las pistas que encontró. John veía televisión, noticias acerca de los asesinatos, Sherlock al no tener a su Jawn cerca se levantó de su cama cubriendose solamente con la cobija.

--Jawn...--lo llamo Sherlock

--al fin te levantas son las 2 de la tarde--comento John

--ven conmigo--se sento a su lado y recargo su cabeza en el pecho de John

--no, es muy temprano

--no quero

--no empieces de infantil, Sherlock

--yo no soy infantil, estoy aburrido

--tienes un caso con triple homicidio, eso es algo que a ti te interesa

--quiero un descanso, vamos a la cama

John beso a Sherlock, cuando se abre la puerta.

--¡¿acaso no hay privacidad en este edificio?!--exclamo Sherlock molesto

--por dios... Sherlock--entro su hermano al cuarto

Sherlock se levanto tan rapido que estaba por correr cuando se tropieza con un zapato y se cayo. En seguida entraron Doña Lucha, el Albertano, el Chino y Rosa. Doña lucha miro el departamento como lo haría cualquier suegra, tan solo dos segundos de silencio se le hizo una eternidad a Mycroft. Sherlock se levanto cubriendose con la sabana.

--Sherlock te presento a Doña Lucha, tu madre--Mycroft miro a Sherlock y despues miro a Doña Lucha-- Doña Lucha le presento a su hijo Sherlock

--usted...--dijo Sherlock

--Tú...

Albertano sentía que su mundo se derrumbaba. Le habían quitado a su mamá, aquel poste con sabana miraba a su mamá, tenían casi los mismos ojos, los mismos chinos y para su desgracia ese hombre no le iba al América.

--John, hijos de doña Lucha y...--Mycroft se quedo pausado tratando de recordar el nombre del wey que iba de negro

--aquí me quedo carnal, en el otro apartamento vive mi tía--dijo el Macaco quien salio del departamento, quien se oyó que le respondían

--¿quien? --pregunto la señora Hudson

--Tía, soy tu sobrino--contesto el Macaco

En incomodo silencio que hundía aquella familia, se hoyo como la señora Hudson recibia al Macaco.

--debemos dejarlos a solas--dijo Mycroft y tratando de llevarse a casi todos

--espera, deja ponerme mis zapatos--dijo John quien fue corriendo a su habitación para ponerse sus zapatos

--por el momento suban ustedes al auto--ordenó Mycroft

Los tres asintieron y fueron al auto que estaba afuera. Cuando John salio se encontro mirando a su novio con la señora que supuestamente era su madre (y tal vez su suegra).

--John--hablo Mycroft

Sherlock apartó la vista de doña Lucha y miro a su Juano. Se acercó y se despidió de él con un beso en la frente.

--regresaremos en unas horas--aviso Mycroft

El hijo perdido de doña LuchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora