Capítulo II

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Era la mañana del año 2007, cuando la pequeña caja había cumplido siete años de vida los cuales no le importaron a nadie más que a cierta persona, su día era rutinario como siempre hasta el momento en que le tocaba aprender con la institutriz la cual ya estaba harta de tener que enseñarle a una supuesta prodigio esperada pero se contentaba con los mimos de la menor.

La niña no sabía hablar y eso la convirtió en un blanco fácil para esa mujer la cual disfrutaba mucho de su compañía, aunque le carcomía por dentro el no poder hacerla suya hasta dentro de unos cuantos años.

No le hacía lo que a los otros niños pero llegó a obligarla a sentarse en sus piernas para después meter las manos dentro de su blusa o falda, la menor lo interpretaba como "muestras de amor", puesto que su depredadora así se lo indicó esperando su dependencia a esos "cariños" y así fue.

Pero ese día los padres de la niña interrumpieron a la institutriz cuando ésta le estaba dando de comer pastel de cumpleaños, diciéndole que la comida del "banquete" había llegado, por obvias razones se quedó "sola"; como era libre de pasearse por casi toda la mansión, tenía amigos imaginarios como todo niño y bueno uno de ellos le insistió tanto en llevar algo de pastel a uno de esos lugares que se rindió.

Cuando por fin llegaron a dicho lugar, su amigo le tapó los ojos antes de entrar y cuando abrieron la puerta la encaminaba,sin saberlo, a un niño idéntico a su amigo mientras éste le decía que dejara el trozo de pastel en el piso, el gemelo encadenado sin decir nada empezó a comer y al terminar le ofreció su mano fría como señal de agradecimiento a aquella luz en su penumbra, la candela volvió a la niña pero se apagó cuando oyó a lo lejos unos pasos presurosos en su dirección, que pronto se convirtieron en miradas de susto y asombro.

La niña abrió temerosamente sus ojos convertidos en magdalenas por ser testigos de los horrores del "cuarto rojo", los de la sangre hirviendo aprovecharon  ese momento de parálisis para llevarse a la pequeña a rastras mientras ésta les pedía que pararan.

La llevaron al centro de todos sus rituales que entre las miradas abruptas de tantos presentes como castigo por meterse donde no debía y haber tenido contacto con un alma impura le quemaron las manos con ácido clorhídrico.

Ella se repetía una y otra vez ¿Por qué la encerraron con los libros solitarios, si solamente había hecho un acto de benevolencia con su amigo?.

Como en ese frío y sombrío lugar ya no tenía quién la visitara, despejó su mente tomando un gran libro que apenas soportaban sus frágiles manos, al abrirlo parecía como si las letras cambiaran de forma y su conciencia le enseñaba a entenderlas, convirtiéndose en la prodigio encerrada.

Eso sí, la hipocresía de sus padres era demasiada que solamente le permitieron usar el cuarto de baño que ahí se encontraba,le pasaban ropa y comida por una rendija ya que no querían parecer unos desnaturalizados.



🌹🌹La Prodigio Encerrada🌹🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora