⁽¹⁾ i.𝗣𝗵𝗼𝗯𝗶𝗮𝘀 ━━ johnny orlando.

─𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞.

❝el beso❞

—Tienen que hacerle varias pruebas más, papá está averiguando más a fondo. —Grant le habló a todos mirando sus caras de preocupación. — deberían irse a sus casas es tarde. Alina papá te va a llevar, estoy castigado por lo menos hasta que muera, gracias a Elizabeth. —hablo irónico mirando el rostro de Alina.

—Deberías dejar culparla a ella de eso, no tiene culpa de que haya pasado esto. —Alina se levantó de golpe dejando a todos atrás a excepción de Johny que decidió ir por ella.

—Ally. —espero a que se detuviera y cuando lo hizo se dió cuenta de que estaban frente la habitación de Elizabeth, Alina soltó un suspiro mirándola en la camilla inconsciente y negó levemente con la cabeza.

—¿Sabes por qué escogí el otro día pasar la noche en un cementerio antes que beber?.—Johnny tuvo que pensar un rato en ello, hasta que pudo recordar el día que Elizabeth llegó. Justo en la fiesta que organizaron para ella y que por cierto fue un desastre.

—¿Por qué odias la resaca?. —preguntó tratando de sonar convincente. Alina negó levemente con la cabeza sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas ante tantos recuerdos y tantas pesadillas que rondaban por su mente.

—Hace un par de años, yo vivía con mi madre, mi papá nos dejó hace mucho tiempo. Por lo que ella se volvió loca conmigo, siempre me culpaba de que el amor de su vida la haya dejado sola embarazada. —habló teniendo la completa atención de Johnny que se acercó un poco más a ella pero aún manteniendo una distancia prudente. — Siempre me gritaba, yo tenía que ser la que mantuviera la casa a flote. Incluso cuando ella veía algo que no estaba bien me golpeaba...Un día, Elizabeth llegó a casa con un par de maletas de marca y unos tacones rosados chillón. —soltó una risa dejando caer algunas lágrimas.— quejándose de que sus padre la había reprendido porque supuestamente no tenía buena relación con su familia, y ella en forma de probarles que no era así termino justo en mi casa. Con el cabello alborotado y un largo de gafas de sol. Ese día mamá se comportó como nunca, me trataba de mil amores. Pero una noche, Elizabeth rogó por ir a una fiesta a final de la calle. Yo me escape con ella. Pero a mitad de fiesta me fuí porque no tenía esa comodidad rodeada de adolescentes hormonales. Cuando llegué mamá me golpeó por haberme escapado. Al Elizabeth llegar ya estaba cubierta con un buzo enorme y un pantalón ancho. Había maquillado mi cara y parte de mi cuello.

—¿Y qué pasó?.

—Elizabeth notó una marca en mi pómulo y antes de que pudiera negarme algo ya había subido las mangas y visto todos los moretones, esa noche me obligó a irnos. Ella llamo a su padre histérica. Luego nos es escapamos y nunca sentí tanta paz. Mamá era una alcohólica que planeaba arruinarme la vida como arruinó la suya. —secó sus lágrimas con su mano y sorbió su nariz mirando a Elizabeth.— Ella fue mi ángel, no se quedó tranquila hasta que David tuvo mi custodia y mamá fuera internada en una clínica para su recuperación. Elizabeth Marshall salvó mi vida. Y tengo miedo de perderla a ella porque es lo único que tengo.—sonrió girando a ver a Johnny que se había quedado hipnotizado mirándola.

¿Cómo era posible que alguien pudiese ocultar tantas pesadillas detrás de una hermosa sonrisa?.

Algunas personas, bastantes la verdad fingen. Su mejor escudo ante la realidad de sus vidas es una sonrisa. La cuál utilizan para disfrazar sus emociones, Johnny en ningún momento pensó en que la vida pasada de Alina fuera bastante trágica. Pero no por eso significó que el fuese a sentir lástima, al contrario sintió mucha comprensión y admiración, al saber que esa chica era sumamente fuerte y que aunque había pasado por muchas cosas aún seguía intentando seguir con su vida y tratar de ser feliz.