─𝐨𝐜𝐡𝐨.

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ilusionar

-hola.

-Dios, pensé que no contestarías. -Alina soltó una ligera risa jugando con la tela del cobertor. Pasaba ligeramente sus dedos esperando que Johnny dijese algo.

-Am, estaba por ir a dormir.

Alina sintió una ligera presión en el pecho, miró las estrellas por la ventana y por un minuto quería ser una para que alguien la admirara tal y como ella lo hacía con ellas. Tal como quería que Johnny la admiraba.

-Oh.

-hablamos después Ally.

Hablemos de todas esas cosas de las que no deberíamos hablar por favor.

-¿Por qué la estás evitando?. -Lauren reprochó mirando a Johnny quién frotó su cara ya cansado. Salía de un problema y entraba en otro, la adolescencia era así.

-No la estoy evitando, sólo estoy posponiendo las cosas. -trato de explicar escuchando el bufido de Lauren que se fue rápidamente. No entendía a los hombres, de verdad que no.

A la mañana siguiente él se levantó dispuesto a trabajar en sus pensamientos y sus preguntas, llamo a la única chica que conocía que se había enamorado por segunda vez. Elizabeth le dijo que haría que Alina saliera con Lauren o Sophia para poder hablar con tranquilidad. Johnny le agradeció, porque pensaba que Elizabeth lo mandaría al buzón o algo así.

Una vez llegó a la casa notó que el auto de su padre no estaba, esa camioneta era todo para ese señor. Algunas veces Grant decía que la cuidaba incluso más que a Elizabeth.

Prestó su atención a varias flores en la entrada a la casa, nunca entendió como la madre de Elizabeth no vivía con ellos, pero eran cosas que no se preguntaban. La casa tenía un aire a clásico y a la misma vez moderno. Toco el timbre un par de veces y escucho los ladridos de un cachorro, luego miró la silueta de Elizabeth acercarse a la puerta por una de las ventanas. Una vez la puerta roja se abrió Johnny de inmediato sonrió.

Elizabeth conservaba un semblante serio, Johnny detallo una cicatriz a final de su ceja, tenía un moretón casi invisible en su frente y en su mejilla derecha habían varias marcas rojas. Eso pasó cuando el vidrio de la ventanilla rompió durante el accidente. Tuvieron que sacarle algunos pero los que quedaban saldrían por sí mismos.

Notó que su cabello estaba mucho más corto, aproximadamente seis dedos menos. Johnny sabía que esa chica cuidaba más su cabello que cualquier cosa. Ahora lo tenía por debajo de los hombres pero se veía más corto debido a que estaba ligeramente ondulado. Tenía puesto unos pantalones extra grandes de su hermano y una vieja sudadera que solía ser de su padre cuando estaba en la universidad y jugaba para un equipo llamado pájaros azules.

-pasa. -dijo señalando detrás de ella, tan pronto Johnny entro distinguió el aroma de vainilla, era el olor de torta caliente.

-¿Quieres?. Está caliente, mi abuela decía que era mejor así que fría y sin sentimientos. -Elizabeth río leyéndole el pensamiento y Johnny asintió siguiendole el paso.

Miró unos cuantos cuadros de fotos en las paredes, le parecía haber visto a Elizabeth en una de las fotos. Con unos lentes en forma de corazón y su boca en forma de pato, llevaba dos coletas y un vestido rosa que podría dejarte ciego de tanto que brillaba. Elizabeth seguía siendo igual a cuando niña.

Luego miró un marco en dónde estaba ella con Alina, ambas sonreían. Parecían estar sentadas en unos columpios en algún parque, tendrían alrededor de trece o catorce años. Johnny sonrió y miró un último cuadro, podría jurar que era Elizabeth. Una mujer la sostenía en sus brazos mientras sonreía, era castaña de ojos oscuros. Pero de una sonrisa brillante.

⁽¹⁾ i.𝗣𝗵𝗼𝗯𝗶𝗮𝘀 ━━ johnny orlando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora