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Era un nuevo día, y el pequeño omega volvía a el mismo lugar en donde le encantaba patinar.

Jimin llevaba consigo una pequeña paleta con sabor a cereza entre sus labios, saboreando animadamente el dulce caramelo, batiendo sus pestañas y quedándose absorto cuando se dio cuenta de que el lugar estaba casi vacío, solo estaban él y cinco personas más.

Igualmente agradecía que había algo de privacidad.

El lindo chico de rulos negros se sentó en una de las bancas, sacando lentamente sus zapatos para luego colocar alegremente sus patines rosa neón.

Estaba tan contento que justo ese día había decidido colocarse sus aretes favoritos, los largos y rozados con pequeños diamantes como decorado. Estaba tan feliz.

Jiminie ajusto sus patines, primero empezando con el pie derecho y luego con el izquierdo, para ponerse luego de pie y acomodar sus medias de color fucsia, también arreglando un poco su short azul eléctrico. Haciendo que la prenda quedara ajustada a sus muslos bien formados.

El omega empezó a balancearse, patinando para ir hacia la pista y empezar su rutina de patinaje, no tenía mucha experiencia, pero le parecía muy divertido estar allí.

Sacó la paleta con sabor a cereza de su boca, para luego pasar su pequeña lengua por sus labios, rescatando un poco de sabor del caramelo en sus rechonchitos labios. Jiminie siguió moviéndose, perdido en su mundo mientras balanceaba sus caderas y dejaba que la musica en la radio se escuchara, dándose cuenta poco a poco que las luces de disco empezaban a notarse en el gran salón de patinaje.

Bastó unos cuantos segundos para que el omega viera a los amigos de su Yoonie, y rápidamente su conejito empezó a mover sus patitas, totalmente nerviosos por saber de la presencia de su tigresito.

Si los estúpidos de sus amigos estaban ahí, por supuesto que su lindo hombre estaba allí.

Jimin arregló sus anteojos en el puente de su naricita, también desordeno su cabellos para dejarse una apariencia fenomenal.

Ahí estaba su chico, con una playera negra y su chaqueta de cuero, la cual se amoldaba a su torso marcado.

Jimin se sintió drogado, como si hubiese fumado un cigarro en ese mismo momento, y eso que él jamás había fumado. Ver a Yoongi se sentía justamente así.

El omega detuvo sus movimientos, quedándose en una esquina de la pista para poder observar mejor la anatomía de su futuro novio. Se quedó quieto, pensando en como decirle al chico que quería tener una cita con él, o por lo menos un besito.

Quería golpear su frente contra algo, estaba tan nervioso de lo que iba a hacer, y no se sentía para nada seguro.

Jimin suspiró, tomando una de las barras de metal que estaban en los bordes de la pista, como una manera perfecta para guiar a los novatos en el patinaje.

El omega se sujetó fuertemente, patinando lentamente hacía la apertura de salida y yendo directo hacia Yoongi. Dando un desliz tras otro, acercándose cada vez más y sintiendo sus piernas temblar.

Park se sujetó aun más fuerte, bajando su mirada para no ver a ese chico que lo ponía tan malito. No quería quedar en ridículo frente a él.

Movió sus piernas, patinando entre los pocos que se encontraban ahí, y soltando la barra a medida en que se alejaba.

Jiminie sabía perfectamente como patinar, lo que no sabía era controlar sus nervios por el tigre.

El menor se balanceo, tomando impulso para llegar a la otra esquina, muy, muy cerca de donde se encontraba su amor platónico y futuro padre de sus conejitos.

Se veía tan bien aunque él no se hiciera notar.

Se iba a dirigir allí, claro que lo hubiese hecho de no ser porque alguien lo empujó, mucho antes de que pudiese notar que Yoongi ya no se encontraba.

El omega perdió ligeramente el equilibrio, balanceando su peso para no caer, sin embargo, él no lo pudo evitar.

Espero a la caída, pensando en lo vergonzoso que sería si Yoongi lo observara. Pero nunca lo fue.

La caída no ocurrió, y Jimin se encontraba más que sonrojado cuando se dio cuenta de que su tigresito estaba debajo de él, sosteniendolo de sus prominentes caderas para que no se lastimara.

La vergüenza recorrió fuertemente su rostro, queriendo besar a Yoongi y bajarle la cremallera. Pero se contuvo victorioso.

Ay por Dios, ¡Yoongi le había alzado la mandíbula!







































































Ay por Dios, ¡Yoongi le había alzado la mandíbula!

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Espero que les guste, perdón si ven algún error. No se me da muy bien escribir desde el teléfono :(

¿Que les pareció?

¿Preguntas?

Nos leemos luego, ¡Los amo! Cuidense mucho por favor.

Sempai❤

SAY SO (80's baby)...[Yoonmin]°[Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora