La mujer abrió por séptima vez la alacena en el día, solo queda comida para dos días más. Miro severa a su marido, una mirada mezclada de angustia y pesadumbre. De cuarenta días solo habían transcurrido seis.
—Ya no hay comida, ¿qué le daremos a los niños? —pregunto afligida.
—¡Papel higiénico! —exclamó el marido, señalando su botín.
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El morador de las estrellas
Short StoryConcebidos en las entrañas del alma, mientras que la oscuridad consumía los últimos vestigios de la luz, "El morador de las estrellas" recopila una serie de microrrelatos, tejidos con las hebras de la incertidumbre y el desasosiego. Maculando las pa...