Aquella noche, en víspera de su reunión número mil noventa y cinco, el numeroso grupo de contrarrevolucionarios planeaban otro de sus movimientos para derrocar al dictador brocha. La mayoría estaban angustiados y unos pocos temerosos de un destino semejante al que padecieron sus compañeros. El líder interino preguntó por vez mil noventa y cinco "Hermanos míos, ¿ustedes están seguros, segurísimos, realmente seguros de su seguridad de estar seguros, que desean derrocar al dictador que les robó sus tierras, degolló a sus rebaños, incendió sus hogares, crucificó a sus hijos a las puertas de las Iglesias, bombardeó el hogar materno con la excusa de rebeldes y pisoteó con sus carrozas los sueños de su espíritu? Sus compañeros respondieron al unísono "Si, estamos seguros."
—Pero ¿están seguros, segurísimos, realmente seguros de su seguridad de estar seguros?
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El morador de las estrellas
Short StoryConcebidos en las entrañas del alma, mientras que la oscuridad consumía los últimos vestigios de la luz, "El morador de las estrellas" recopila una serie de microrrelatos, tejidos con las hebras de la incertidumbre y el desasosiego. Maculando las pa...