Brillo de una estrella (DōmaXOc) (Kny Fanfic)

El Demonio De La Montaña Natagumo

La hermana mayor de Leiko cada que salía a jugar con ella escuchaba de aquellos que iban a explorar la montaña veían a un demonio cuando el sol se ocultaba.

El día que ella huyo para alejarse de los abusos de su padre subió, corrió colina arriba con los pies descalzos hasta que estos comenzaron a sangrar y le hicieron detenerse, Adolorida y mientras el sol se ocultaba cayó a los pies de lo que parecía ser otra casona pero parecía estar abandonada. Cansada y Adolorida no fue capaz de arrastrarse pero al girarse boca arriba observo el obscuro cielo de la noche iluminado por las estrellas.

- Como el brillo de una estrella... Asi son los ojos de Leiko nee-san.. - Río de manera dulce

Pasos no tardaron en hacerse presentes a lo que ella fue acorralada contra un árbol por el miedo que tenía a que solo hubiese corrido en círculos y su padre volviese a lastimarla.

-Quien eres y que haces aquí? - una voz medianamente grave le habló

Ella temerosa sin levantar el rostro logró responder a la pregunta de aquella voz

-Yo... Yo no tengo nombre.. - Paso un poco de saliva a través de la garganta, estaba nerviosa - s.. Solo... -

Antes de que pudiera continuar sintió como de su rostro resbalaban lágrimas, Ser violada en múltiples ocasiones por su padre aparte de ser golpeada y ese sentimiento de culpa por abandonar a su pequeña hermana le carcomian.

-Solo quería alejarme del dolor... No quería que me siguieran haciendo daño-
Alzo su rostro para hablar con "la voz" notando que este era un "niño" y parecía tener la edad de su hermana menor.

Cabello blanco, ojos extraños, piel rara a vista de ella, un kimono decorado con lo que parecía ser telaraña en el diseño, además se que el jugaba con hilos entre sus manos.

-Entra- no menciono más

Hizo caso a lo que el chico le había dicho y entró enseguida, su mirada e incluso su presencia le daban un terror más profundo que el de su propio padre.

- te escondias de los cazadores, no? - Sin quitar la mirada de sus hilos este le preguntó.

- ( c-cazadores? De los cazadores de demonios? Acaso el pensara que soy un demonio?)... - No hubo respuesta

- soy rui, vivo aquí con mi familia- Manteniendo ese tono frío se dirigia a la joven mientras abría la puerta corrediza.

3 Jóvenes y un horrible monstruo, las presento como sus hermanas y su padre.
Volvió nuevamente con ella y le observo detenidamente

-Eres mayor que yo, Necesito una madre y tu necesitas protección, verdad? -

- (QUE CARAJO ME ESTA OFRECIENDO ESTE NIÑO?!.. protección... LEIKO! necesito sacar a Leiko de casa pero... Si me voy de este lugar siento que rui va a matarme.. También si abandono a Leiko... Papá le hará daño... Creo que tengo una idea) Si aceptara... Le darías a alguien más proteccion? -

Rui se mantuvo en silencio pensando la propuesta que ella le había dado... Sonaba bastante fácil, Al final si ella Moría no cargaría con responsabilidad alguna además de que tendría el lazo que siempre anhelo con una "madre".
Cruzaron miradas y rui por fin respondió ante la propuesta

- y a quien quieres seder tu protección?-

-( E-este chico da mucho miedo..) A mi hermana menor... Su nombre es Leiko.. -

-Leiko? -

- S-si.. Su cabello es cafe claro y sus ojos son como... Como el cielo nocturno iluminados por las estrellas-

Rui se puso de pie y le ofreció su mano dando a entender que ese sería el acuerdo.
Saliendo el sol ella continuo fingiendo ser un demonio hasta que una de las "hermanas" de rui le mando llamar, no respondia a nada pero fue guiada hacia donde las jóvenes ya se encontraban reunidas con rui y aquel hombre con rostro mutado al de una araña.
Rui se hayaba al centro y frente a él un plato lo cual contenía sangre de si.

Ella se acercó sentandose frente a Rui lo único que les separaba era el plato, ella lo tomó con sus manos mientras que rui solo la veía de manera fría.

-Bebelo- Ordenó

-Esto e-es sangre?!-Pregunto ella asustada pero sorprendida a su vez

- La sangre de Rui nos ayudó a ser fuertes, tienes que beberla-

-Nuestro hermano solo quiere protegernos-

Las voces de aquellas jóvenes no se escuchaban seguras de sí, había un sentimiento de miedo en ellas y era comprensible.
No tuvo otra opción que beber la sangre solo tenía a Leiko en su mente en ese momento...
De un momento a otro un dolor insoportable se hizo presente, ella clamaba por ayuda a Rui mientras estos solo la observaban, llegó a pensar que moriría... Todo se oscurecio...

Se sintieron horas pero una de las jóvenes le dijo que solo se había desmayado por unos minutos, le recibió con una sonrisa falsa y espejo en mano.

-Bienvenida... Madre- mantuvo la sonrisa

La mayor observo su rostro, era otro al igual que su cabello y cuerpo parecía más madura para tan solo tener 16 ahora era semejante a rui.

-ahora cumple tu parte de el trato.. - la mayor mantuvo una expresión de enojo leve en su rostro mientras mantenía su mirada baja.

-madre... Esa no es forma de hablarle a tu hijo-

Rui parecía molesto, fue en ese corto tiempo cuando aquel hombre mutante se acercó a ella y comenzó a golpear hasta que anochecio.

La arrojo fuera de la casa para levantarla jalando su cabello mientras observaba como rui se alejaba.
Esa noche al estar la luna en su punto más alto rui encontró la casona donde vivía su ahora madre y en efecto estaba siendo testigo del como pateaban a una niña diciendo que su hermana ya no volvería.
Esta escena despierto un extraño sentimiento en rui además de apetito, camino calmado dirigiendo su caminar a la casona para luego acelerar su paso y atacar al padre.
La niña delirante solo quería ver a su hermana una vez más, Al abrir los ojos un poco fue como rui noto que ella era Leiko.
Con el corazón tocado por esos tristes ojos decidió dejarla frente a la puerta de un hogar en el distrito rojo para marcharse antes de que el amanecer lo alcanzara.