Nada puede comenzar sin antes mencionaros a los miembros de esta feliz familia, no es asi?.
La familia tsukino residía en las faldas de el monte natagumo muy dentro de los bosques, la pequeña familia estaba conformada por una niña de 7 años, una niña un poco mayor de 10, Una madre despreocupada de la vida y un padre ebrio el cual era un monstruo.
El padre? Un monstruo? Bueno aquí comenzaré la historia de las dos tsukino más jóvenes ya que pues.. Sus padres no tienen remedio.
Una mañana tal cual la madre se marchaba a la civilización para ir por "Comida" para ambas niñas pero quien se hacía responsable de la menor era la mayor.
La hermana mayor fue quien le puso el nombre a la pequeña "Leiko" a ella le agradaba dicha pronunciación en especial por Leiko ser tan diferente a ella.
La mayor no tenía nombre, sus padres no mostraron ningún interés en ponerles nombres. La pequeña de 7 años siempre iba al bosque de la mano de su pequeña hermana, mientras la mayor buscaba frutillas Leiko se dedicaba a jugar con las flores del suelo, siempre regresaban a casa antes del anochecer porque en el bosque se escuchaban gritos de agonía alrededor.Al llegar a casa fueron recibidas por su ebrio padre en la entrada, la mayor escondió a Leiko detrás.
-a donde os habeis ido esta vez.. - Les hablo el ebrio de su padre a lo cual la mayor dio respuesta de ambas
-me he llevado a Leiko por algo de comida, como nuestra madre nunca ha compartido nada con nosotros... - Respondió la mayor quien segundos después fue tomada fuertemente del mentón por su padre.
-Leiko? Pero y ese estúpido nombre? - su padre comenzó a reír mientras la inocencia de Leiko sólo le podia hacer temblar ante el.
El padre recorrió con sus ojos el cuerpo de la mayor y noto lo poco que se estaba desarrollando pero aún así la apego más a el alejandola de leiko.-tu madre si que te dejo algo, eres preciosa.. - su aliento a alcohol llego al rostro de la mayor mientras intentaba safarse.
-Sueltame! Sueltame ya!- gritaba la mayor golpeándolo en el pecho pero su fuerza no fue la suficiente.
-Sabes que esta más duro ahora que tus propios golpes?- susurro su padre y la llevó dentro de la casona en contra de su voluntad, Leiko sólo se quedó afuera con los oídos cubiertos por los gritos que lanzaba su hermana.
El tiempo se fue alargando...
Ahora estando ebrio o no, la mayor siempre salia herida, la madre nunca volvió desde la última vez que se marchó.
Leiko ahora tenía 13 y la mayor 16 pero aún era víctima de los abusos de su padre por miedo a que este se acercara a Leiko. Las niñas sabían de la existencia de los Demonios, Leiko llegó a pensar que su padre era uno y este se alimentaba de su hermana ya que cuando ella salía podia observar moretes en su rostro y piernas incluso una abertura en su labio.
A Leiko le daba miedo preguntar ya que pensaba si ella llegaba a saber de eso su padre les haría más daño.
Una noche fue cuando la hermana mayor no aguanto más, entre plenos gritos de dolor que salían de la habitación del padre está logro salir con lágrimas em sus ojos y correr hacia el bosque, en plena luz de luna sin mirar atrás esa fue la última vez que Leiko vio a su hermana.
Dos dias pasaron y Leiko esperaba siempre en la entrada a que su hermana regresara en ese momento su padre aprovecho acercándose a ella con ese falso cariño pero en esos días Leiko no le prestaba atención.-Vamos Leiko, ven a jugar adentro esta haciendo frío- le acariciaba el padre la cabeza a la niña pero esta no se inmutó en lo absoluto.
-Quiero esperar a nee-san...Ella se fue una noche llorando y quiero recibirla cuando vuelva- se acostó en la tierra la cual cubria la entrada de la casona, fue cuando el padre salió de sus cabales y comenzó a pisotearla.
Primero parte de las costillas y luego las piernas para luego continuar pateandola furioso.-ME CAGO EN LOS MUERTOS DE TU MADRE! POR HABEROS DEJADO CONMIGO! INÚTILES!- el padre seguía pateando mientras la niña sufría por el dolor a tal grado de escupir sangre, fue cuando la luna en su punto más alto y con ese hermoso brillo mostró a alguien caminando hacia la casona.
-n-nee.. San.- casi perdiendo el conocimiento y con la vista borrosa Leiko estiro su mano hacia la silueta, y antes de la inconsciencia escucho los gritos de su padre como si un animal lo estuviese devorando.
Al recuperar un poco de consciencia sintio como fue cargada en los brazos de alguien ya que sentía el viento en su rostro, nuevamente en un parpadeo noto la silueta de una puerta para nuevamente sus ojos cerrarse una vez más.
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Brillo de una estrella (DōmaXOc) (Kny Fanfic)
Fiksi PenggemarLeiko tsukino ese era el nombre de una niña la cual vivía junto a su familia en una pequeña casona dentro del bosque del monte natagumo, todo iba bien hasta que diversos problemas comenzaron a hacerse presentes...