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El olor a café empezaba a llenar cada rincón de la casa, Jihoon se imaginaba que Soonyoung ya estaba despierto pues era el único que se levantaría para hacer café.

Él no quería aún abrir los ojos pues temía que al hacerlo se le borrara el recuerdo de la noche anterior.

Soonyoung llevaba dos tazas con café hacia la habitación pues quería ser lo primero que Jihoon viera cuando despertara.

—¿Hoonie?–él mayor movió un poco a Jihoon– despierta
—No quiero– contestó el menor aún con los ojos cerrados haciendo que Soonyoung sonriera–si lo hago olvidare todo
—Hoonie, no lo harás–Jihoon seguía negado– ya estás despierto de todas formas
—No lo estoy—Soonyoung sonrió más
—¿A caso tienes vergüenza?—Jihoon se cubrió más con la cobija– ah así que eso
—¡Claro que no!—Jihoon abrió sus ojos para encontrarse con la mirada del mayor—solo no quería que se me fuera olvidar nada de anoche
—Eso no pasará, tendremos muchas noches iguales a esa—Jihoon se había sonrojado—pero por ahorita toma–el le dio una de las tazas—iré a preparar el desayuno

Jihoon miro a Soonyoung salir de la habitación para después ver la taza en su mano, solo en ese momento se dio cuenta que era demasiado afortunado por tener a Soonyoung a su lado, desde el primer día que lo conoció él se mostró realmente interesado, sabía que cada cosa que hacía era por su bienestar y felicidad, cada pequeña acción de Soonyoung hacia para verlo feliz llenaba completamente su corazón.

—Creí que te quedarías en la cama—Jihoon se sentó en una de las sillas del comedor— te iba a llevar el desayuno
—Quiero verte—Soonyoung sonrió ante la respuesta de Jihoon

Jihoon observaba cada detalle de Soonyoung, y no podía encontrar ningún defecto en el, aquel chico que apareció en su vida de la nada y lo fue conquistando poco a poco con su sonrisa y forma de ser, era el amor de su vida.

Ahora lo entendía bien, Soonyoung era la primera persona que se había dado el tiempo de conocerlo, sabía bien la cantidad de azúcar que le gustaba en el café, respetaba su espacio al lado izquierdo de la cama, sabía que en el fondo también disfrutaba de las películas de terror, conocía perfectamente cómo le gustaba pasar las tardes en la casa.

—¿Por qué sonríes así?—Soonyoung lo miro—¿en que estas pensando?
—Eres el amor de mi vida

Psycho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora