Capítulo 2-¿Alex?

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Sofia:

"Quedarse en lo conocido por miedo a lo desconocido, equivale a mantenerse con vida, pero no vivir." Recuerdo que alguna vez llegue a escuchar esa frase, no recuerdo donde, cuando, o quien fue la persona que la dijo, pero sé que desde que Rosita y yo salimos del hospital no he parado de pensar en esa frase.

Rosita y yo vamos en un taxi en camino a mi casa. Mi casa. No recuerdo nada de ella por más que trate de esforzarme, y de verdad que lo he intentado, pero simplemente no recuerdo nada de ella.

Llevamos ya unos veinte minutos de camino y según Rosita ya estamos muy cerca de llegar a la casa. Tengo nervios, muchísimos para ser sincera. también siento algo de miedo, miedo que al llegar no recuerde nada. El doctor dijo que tal vez al llegar a la casa pueda recordar algunas cosas, como en dónde está mi habitación, desde hace cuánto tiempo he vivido ahí, o simplemente recordar aquel lugar.

—Hemos llegado, señoritas—nos dice el taxista mientras detiene el taxi frente a una super mansión, bueno tal vez no sea una mansión, pero sí se puede ver que esta casa es super grande y que gente de dinero vive en ella.

—Muchas gracias—le dice Rosita al taxista mientras le paga por el viaje.

Rosita abre la puerta del taxi y comienza a bajar, y yo la imito. Una vez ambas nos encontramos abajo del taxi, el taxista arranca nuevamente el auto y se marcha.

—¿Estas lista? –me pregunta Rosita acercándose al portón de la casa.

Me acerco a Rosita situándome aun lado de ella. Bien, va todo o nada, yo sé que puedo hacerlo. Claro que puedo hacerlo, el problema es que no sé qué es lo que encontrare, o a quienes encontrare. Se que todo esto es parte de mi pasado, y tal vez de mi presente, pero no puedo evitar sentir miedo ante algo que no conozco.

Nuevamente le doy un vistazo a la casa, y suspiro. Volteo para ver a Rosita y le sonrió mientras asiento con la cabeza.

—Si, estoy lista—le digo a Rosita con decisión.

—Bien, aquí vamos—dice Rosita al abrir la puerta del portón para poder pasar.

Rosita entra al jardín de la casa mientras yo me quedo un poco atrás de ella. Aquí vamos tú puedes, me repito mentalmente antes de dar un paso hacia el frente y entrar al jardín de la casa. Cierro la puerta del portón detrás de mí y avanzó hacia dónde está Rosita.

Caminamos por un gran jardín para poder llegar a la puerta de entrada de la casa. Al ir caminando por el jardín de entrada me doy cuenta de que es una casa con un jardín super lindo. Tiene unos cuantos árboles del lado izquierdo que es donde se encuentra el césped, ya que del lado derecho se encuentra un camino de pavimento que da justamente hacia el frente de la casa. Me supongo que este camino es para cuando entran los autos ya que se encuentra justamente un coche color azul frente a la puerta de entrada.

¿De quién será ese coche? ¿Acaso será de mis padres? Digo tal vez no sea de Rosita porque si fuera de ella lo hubiera usado para ir al hospital.

—Rosita, ¿de quién ese coche? —le pregunto señalando el coche con mi cabeza.

—O ese coche es tuyo mi niña. Tus padres te lo regalaron cuando cumpliste diecisiete años-dice Rosita sonriendo como si estuviera recordando algo agradable. –Recuerdo cuando tus padres te lo dieron. Estabas muy emocionada, tanto que hasta le dijiste a tus padres que si hacían un viaje de carretera para estrenar el coche.

—¿Y qué fue lo que ellos me contestaron? –pregunte a Rosita. Me gustaba que hablara de algunas de sus memorias sobre mí, tal vez así recuerde algunas cosas sobre mí, sobre mi vida.

¿Quien soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora