Capítulo 3-¿Superhéroes?

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Sofía:

—Voy a ganarte, Sofia—dice Alex mientras me da un empujoncito para distraer mi vista de la pantalla.

—Eso quisieras—le digo regresando mi vista a la pantalla. Lanzó una de las tortugas rojas y lo golpean y yo aprovecho para rebasar a su personaje (jugador) y cruzó la línea de meta. –¡Si, te gané! –me levanto del sofá y comienzo hacer un baile de victoria. —Nadie puede ganarle a Yoshi—le digo mientras me río y sigo bailando.

—Eso fue trampa, no me hubieras ganado si no fuera por la koopa roja que usaste al final—así que ese era el nombre de las tortugas esas.

—Ay Alex solo acepta que perdiste, no seas mal perdedor—le digo con una sonrisa socarrona en mi rostro.

—No soy mal perdedor—dice con gesto de ofendido. –Pero tienes que admitir que yo te habría ganado si no hubieras usado esa Koopa roja para golpearme y poder rebasarme.

—No voy a admitir eso porque yo sé que aun sin esa tortuga roja yo te habría ganado fácilmente.

—¿A si? —me dice Alex con una sonrisa mientras se acerca a mí lentamente, como un león se acerca hacia su presa.

—Si—le contesto yo mientras retrocedo.

—Veamos si piensas lo mismo en una guerra de cosquillas—Alex se lanza sobre mí y comienza a hacerme cosquillas en mis costillas.

—¡No Alex! —le grito mientras me retuerzo por cosquillas. —¡Para! Por favor—le digo entre risas.

—No pararé hasta que admitas que has hecho trampa.

—¡Esta bien, está bien! He hecho trampa—mi estómago está comenzando a doler de tanto reírme. —Ya para por favor.

Alex deja de hacerme cosquillas y mi respiración está muy agitada a causa del ataque de cosquillas y eso le causa gracia a Alex, ya que se le escapa una risilla.

—No te rías—le digo mientras me dejo caer en el sofá para recuperar el aliento.

—Te retuerces como una lombriz cuando te hacen cosquillas, ¿lo sabías?

—Cómo no iba hacerlo si yo soy muy cosquilluda.

Alex se ríe y se sienta a un lado de mí en el sofá.

—¿Tienes planes para el día de mañana?

—Lo mismo de siempre, salir al jardín a leer un libro o tal vez hacer un dibujo—le contestó.

—¿Mañana no tendrás que ir con tu psicóloga?

—No, mi próxima cita con la psicóloga es el lunes-mis citas con la psicóloga las hemos puesto los lunes, miércoles, y viernes. Si así es, tengo que ir tres veces a la semana. Lo bueno que, al ser sábado, mañana no tengo cita tampoco. –¿Pero por qué preguntas?

—Mamá me dijo que te dijera que mañana quiere invitarte a comer en nuestra casa—dice Alex con una sonrisa de boca cerrada. —Le dije que tal vez aún no tendrías muchas ganas de salir y que tal vez te cansar...

—Si quiero ir—lo interrumpo antes de que ponga más excusas. –No me hace muy bien estar aquí encerrada todo el día, y solo salir a mis consultas. Aparte tengo ganas de conocer a la que era la mejor amiga de mi mamá, tal vez ella me pueda contar unas cosas sobre cómo era ella—le digo con una sonrisa.

—Bien entonces pasaré por ti a las 3:30 pm para ir a mi casa—me dice Alex con una sonrisa.

—Estaré lista a esa hora.

—Alex, hijo—entra Rosita al cuarto de juegos, no al estilo de Christian Grey, sino más bien un cuarto con una televisión plana en un gran mueble junto con muchas películas y videojuegos, algunos altavoces aun lado de la televisión, una máquina de pacman, un hockey de mesa, el sofá, una mesa de centro y unos cuantos pufs.

¿Quien soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora